Una pareja muere de cáncer y sus amigos recaudan dinero para sus hijos

En 2013 Mike Bennet, un padre de familia de Wirral, Reino Unido, que por entonces tenía 57 años, recibió la peor noticia de su vida: tenía cáncer cerebral. Desde el momento en que su marido fue diagnosticado con la terrible enfermedad, su esposa Julie se dedicó en cuerpo y alma a su cuidado. Julie se encargó también de que sus tres hijos tuvieran la vida más normal posible. 

NEWS: Fund for 3 #Wirral children who lost both of their parents, Julie & Mike Bennet, to cancer in the space of a week has now toped £200k pic.twitter.com/IOeRNG6EcK

— BBC Radio Merseyside (@bbcmerseyside) 14 de febrero de 2017

Pero tres años después, el destino no había acabado de descargar su cruel látigo contra la familia. Y es que en mayo de 2016, Julie, profesora de primaria, tuvo que escuchar algo similar a lo que le habían comunicado a su marido hace pocos años: tenía cáncer de hígado y riñones, y ya se había extendido por todo su organismo. En cuanto lo supo, su único propósito fue "crear tantos recuerdos familiares para sus hijos como fuera posible". Pero entonces Luke, Hannah y Oliver decidieron hacer algo que conmovió al país; así es como se hizo famosa la siguiente foto:

Sus hijos, de 21, 18, y 13 años, tomaron esta conmovedora foto de sus padres en sus últimos momentos, cogidos de la mano, horas antes de que Mike falleciera. 5 días después, Julie siguió a su marido, dejando a los tres chicos huérfanos. Sin embargo, antes de morir, Julie pidió un último deseo a sus amigos: que cuidaran de sus hijos cuando ella no estuviera. Es entonces cuando decidieron crear una campaña en Just Giving. La generosidad de miles de extraños fue increíble: tanto que no solo ha sobrepasado las 50.000 libras que se habían marcado como objetivo, sino que ya han superado las 220.000 libras. 

Gracias a la generosa contribución de miles de extraños, los tres hijos de Mike y Julie podrán seguir viviendo en la casa familiar y continuar con sus estudios. Según Heather Gallagher, una familiar, "Julie era una mujer increíble, que pese a la terrible diagnosis, nunca se dio por vencida. Su principal preocupación fue siempre cuidar de los demás. Y sobre todo de sus hijos". 

Luke, Hannah y Oliver no pueden creer todo el amor y apoyo que están recibiendo y han dado las gracias a todos los que los han ayudado. "Gracias a ello, su madre ha podido irse en paz a reunirse con su marido Mike", explica Heather. Una historia que pese a su triste final, nos deja un buen sabor de boca: la generosidad de la gente a veces nos puede sorprender.