Hombre ayuda a vagabundo y se entera de su increíble travesía

¿Cuál es la reacción normal de las personas frente a un vagabundo? En general, dos: ignorarlo o enojarse por el mal olor de su cuerpo. Sin embargo, ¿cuántos de nosotros nos hemos preguntado qué hay detrás de esas personas, de su historia, o qué los ha llevado a ser vagabundos? Probablemente muy pocos. Mira lo que le sucedió al hombre de esta historia:

Las cafeterías de la cadena Starbucks son conocidas por recibir siempre el mismo público: gente joven que quiere usar el wifi. No es de extrañar, entonces, que la entrada de un vagabundo con su perro provocara miradas extrañas. Los clientes que estaban en el lugar, en un Starbucks de Estados Unidos, se quejaron sin miramientos. Algunos se tapaban la nariz, otros miraban con desprecio y desaprobación al hombre que, al igual que ellos, se compró un café y se sentó tranquilamente. 

Cuando el dueño de la sucursal de la cafetería, Eric Jason Peña, lo vio, se acercó a él. Pero al contrario de lo que todos pensarían, no lo echó. En cambio, se puso a hablar con él sobre su vida. El vagabundo le contó que era un veterano de guerra sin casa y que había caminado nada más y nada menos que desde Seattle hasta Tumwater, donde se encontraban ahora mismo. 

Eric no lo podía creer. Entre ambas ciudades hay… ¡100 kilómetros! Y el vagabundo lo contaba como si fuera algo normal, además de resaltando cómo Legacy, su perro, se había portado excelente y había caminado junto a él sin chistar. 

Entonces, Eric miró los pies del vagabundo. Sus zapatos estaban roídos, gastados y viejos. Las ganas de ayudarlo lo invadieron por completo, así que corrió a buscar unas botas y unos calcetines limpios que tenía y se las regaló. Además, lo invitó a comer acompañado de su familia.

Cuando el veterano se despidió de Eric y caminó unos cuantos pasos hacia su próximo destino, Eric lo escuchó decirle a Legacy: “Te dije que Dios iba a cuidar de nosotros”. 

A veces, pequeños gestos como el de Eric pueden cambiar la vida de una persona. Los vagabundos son solitarios, han llegado a vivir en la calle por situaciones terribles. Nosotros, en general, los ignoramos o nos alejamos de ellos. Es hora de ser más empáticos, como Eric, y tenderle la mano a quienes lo necesitan. Ellos nos lo agradecerán. 

Créditos:

Perfecto

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