Voluntarios cortan más de dos kilos de pelo a una mascota abandonada
Por desgracia, esta es una situación cada vez más común en un mundo donde viven muchos ancianos aislados. Si alguien es demasiado viejo para hacerse cargo de sí mismo y no cuenta con nadie que pueda ayudarlo, ¿qué pasa con esa persona y con sus mascotas?
La organización protectora de animales Anti-Cruelty Society de Chicago recibió una llamada de un trabajador del servicio público. Un voluntario de Anti-Cruelty Society acudió de inmediato al lugar, una casa en Chicago cuyo antiguo dueño ya no podía valerse por sí mismo. Y en su sótano había una criatura de la que tampoco nadie quería hacerse responsable.
Al principio, se veía como un cúmulo de pelos amorfo. No estaba claro qué tipo de animal yacía debajo de este caos hasta que un voluntario lo analizó detenidamente y descubrió una cara tierna y graciosa: se trataba de un gato persa. Se le hizo un nudo en la garganta al ver a este animal en condiciones tan miserables.
Recogió al pobre animal y lo llevó a la sede de su asociación, donde todos se reunieron a su alrededor. Sinbad, así lo llamaron, necesitaba atención urgente. Lo primero, un corte de pelo. Le quitaron más de dos kilos de pelaje enmarañado al rasurarlo.
Luego de que su peso se redujera a la mitad, este gato por fin podría moverse libremente, o al menos eso fue lo que ellos asumieron.
Pero después les quedó claro que algo mucho peor había pasado. Sinbad, el gato de nueve años, había estado atrapado en los nudos de su propio pelaje y abandonado por tanto tiempo que los músculos de su pierna se había atrofiado. Elliot Serrano, miembro de la organización de protección animal, explicó cómo afrontaron el problema: "Tuvimos que forzarlo a comer durante algún tiempo para asegurarnos de que su sistema digestivo siguiera trabajando y evitar cualquier daño en sus riñones".
Sin embargo, poco después, Sinbad empezó a reaccionar positivamente. Recuperó la fuerza gradualmente, su hermoso pelaje volvió a crecer y aprendió a caminar de nuevo. Elliot aceptó llevarse a Sinbad a su casa durante las vacaciones para que el minino no se quedara solo en las instalaciones de la asociación. Y en un abrir y cerrar de ojos, este hombre cayó rendido a los pies del gato.
"Estoy absolutamente sorprendido de lo cariñoso que es con las personas, incluso con la gente que no siempre lo ha tratado muy bien", dijo. "Es una lección que todos deberíamos aprender".
Después de compartir la historia de Sinbad en las redes sociales, Elliot se dio cuenta de que muchas personas estaban encantadas con el gato y decidió ofrecerles un regalo: ¡ahora Sinbad tiene su propia cuenta de Instagram con fotos adorables!
Mira este conmovedor y divertido reportaje que un noticiario hizo sobre el rescate de Sinbad:
Finalmente, ¡el gato Sinbad tiene una hogar en condiciones, donde lo valoran y le colman de cariño!