Esta víctima de asesinato ayuda a resolver el caso de su propia muerte

La siguiente historia es una de las más escalofriantes que les hemos contado: es el relato de la vida y la muerte de la joven Elva Zona Shue, de Virginia Occidental. Esta chica nació en 1876.

No se sabe mucho sobre sus primeros años de vida, solo que pudo haber tenido un hijo en 1895, sin casarse. Al año siguiente, conoció a un vagabundo llamado Edward Stribbling Trout Shue y se enamoró de él. Su madre siempre se opuso a esta relación. 

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Zona hizo caso omiso a las advertencias de su madre y se casó con Edward, quien deseaba empezar una nueva vida con ella.

Un día, a principios de 1897, Edward envió a un jornalero a la casa donde vivían. El chico encontró a Zona tendida al pie de las escaleras sin señales de vida. Angustiado, corrió hasta donde estaba la madre de la chica, quien acudió de inmediato al doctor del pueblo, George W. Knapp. Cuando el médico entró en la casa de los Shue una hora después, se encontró con Edward, quien ya había llevado el cuerpo de su esposa hasta la habitación, le había puesto un vestido de cuello alto y un velo sobre la cara. La causa de su muerte, según el certificado de defunción, se debió a un "desmayo permanente".

La madre de Zona, Mary Jane Heaster, no podía dejar de pensar en la muerte de su hija. Empezó a rezar. De acuerdo con la leyenda, el fantasma de Zona se le apareció a Mary un mes después del entierro. Se decía que el espectro entró en la habitación de Mary en forma de una cálida luz y luego adquirió la figura de Zona. La aparición le reveló a su madre que había sido terriblemente maltratada por su marido y que, una noche, cuando no le había cocinado lo que él quería, le había roto el cuello. Para probarle esto a su madre, la cabeza del fantasma dio, supuestamente, un giro completo.

Al día siguiente, Mary fue a la policía y le contó a los oficiales la aparición. Aunque hoy en día sea inimaginable la posibilidad de abrir una investigación sobre un asesinato debido a un relato de fantasmas, en aquel tiempo no era algo tan extraordinario. Cuando interrogaron al doctor Knapp, admitió no haber examinado a fondo el cadáver de Zona. Edward había estado presente y el médico no quería molestar demasiado al viudo. El cuerpo de Zona fue desenterrado y se le practicó la autopsia correspondiente. Esta vez, pudieron determinar la verdadera causa de su muerte: fractura de cuello debido a una lesión contundente, causada por otra persona. En otras palabras, estrangulación.

Edward fue arrestado. Mientras estaba en prisión, se descubrió que Zona había sido su tercera esposa. La primera se había divorciado de él porque la trataba con violencia. La segunda había muerto en circunstancias misteriosas. Según la declaración oficial de Edward, quería tener siete esposas durante toda su vida. Fue declarado culpable de asesinato y murió en la cárcel de Pennsylvania por enfermedad. Nadie volvió a ver jamás el fantasma de Zona, y su madre pudo descansar por fin.

No importa si crees o no en los fantasmas, esta historia le pone los pelos de punta a cualquiera...

Créditos:

littlethings.com

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