La madre de una niña de 4 años le rompe las piernas 3 veces al día

Con solo 4 añitos, Elsie Moravek, de Michigan, EEUU, ya ha vivido toda una odisea. Cuando nació, sus padres, Jackie y Matt, de 28 y 31 años, se llevaron el mayor de los shocks. Su hijita tenía la pierna, tobillo y cadera izquierdos deformados, y le llegaban a la altura de la rodilla derecha. Coxa vara es el nombre de su enfermedad.

A los 21 meses de edad, Elsie entró ya en quirófano, donde le reconstruirían rodilla, tobillo y cadera. Cuando Elsie salió 6 horas después, le habían colocado una prótesis en la pierna, que cubría la distancia que le faltaba a la niña entre su extremidad más corta y el suelo. 

Pero cuando cumplió 3 años, los padres de Elsie buscaron consejo experto en el Hospital Sinaí de Baltimore. Las opciones para su hija eran prótesis, amputación o romperle la pierna. Este último proceso fue por el que se decantaron, pero aunque pueda sonar tremendo, era necesario para alargarle la pierna a Elsie. Según los expertos era la mejor opción, y los padres solo querían darle la mejor vida posible a su pequeña. 

Tras una operación en la que le separaron tibia y fémur, le colocaron un aparato externo con clavos, que se le insertaban en piel, músculos y huesos. Su madre se trasladó con su hija a Baltimore. Jackie debía girar los tornillos del aparato: así, el fémur y tibia de su hija se separaban unos 0,099 cm al día. Su madre hacía esto 3 veces al día para que los huesos no tuvieran la oportunidad de sanar. 4 meses pasó Jackie rompiendo los huesos de su hija; al final, su pierna había crecido más de 10 cm.

Cuando Elsie crezca, su pierna volverá a quedar desigual, y necesitará otra operación una vez que alcance su altura de adulta. Pero pese a todo lo que han pasado, Jackie y Matt no se arrepienten de su decisión. "Queríamos darle la mejor vida posible y por eso elegimos el alargamiento. Esto significa que no tendrá que ponerse una prótesis ni le amputarán una pierna, y podrá tener una vida como la de las demás chicas de su edad".

"Elsie sufrió muchos dolores y yo no pude llevar a mi otra hija a su primer día de escuela. Hemos hecho muchos sacrificios, pero todos y cada uno de ellos han merecido la pena", explica su madre. Estos padres se enfrentaron a una dura decisión, pero siempre eligieron el bienestar de su hija. ¡Una valentía admirable! Y tú, ¿podrías hacer algo así tú por tu hija?