El cirujano opera a los pacientes junto con sus muñecos de peluche

A la mayoría de las personas no les gusta estar en el hospital, ¡y no es para menos! Es un mal necesario que no tiene nada de divertido; uno se pasa el tiempo contando los días que quedan para poder irse a casa.  

Es normal ponerse un poco nervioso, y más si tienes que pasar por el bisturí, así que imagínate lo mal que lo pasan los niños en esta situación. El Dr. Travis Groth, un cirujano pediátrico del hospital infantil de Milwaukee, lo sabe de sobra. Y por eso, una vez que sus pequeños pacientes reciben la atención adecuada, se hace cargo de sus mejores amigos: sus muñecos de peluche. 

"Nos esforzamos para garantizar que cada uno de los niños se sienta cómodo y seguro. Ya sea "operando" a su muñeco favortito o disfrazándonos de su personaje favorito, intentamos que los niños se sientan mejor", explicó el doctor Groth.

Cuando los pequeños pacientes despiertan de la anestesia, descubren a su muñeco favorito sentado a su lado, con unas vendas muy parecidas a las de él. Siempre se necesita alguna reparación, y el Dr. Groth está dispuesto a realizarles cualquier procedimiento de emergencia a los acompañantes de peluche, sin costo adicional, claro está. 

Si tu muñeco lleva las mismas vendas que tú, entonces es muy probable que no te sientas tan solo, ya que tu coleguita del alma está pasando por lo mismo que tú.

Algunas veces, el Dr. Groth prefiere hacer una revisión más exhaustiva y envía el juguete a la sala de rayos X, nunca se sabe. Los niños reciben las radiografías como recuerdo.

Si una pequeña necesita una operación en el oído, el Dr. Groth se asegura también de curar el oído de su gatito de juguete. 

Una vez, el Dr. Groth tuvo en el quirófano un Monstruo de las Galletas para practicarle una operación de cerebro que necesitaba desde hacía mucho tiempo. Al final del día, su amiga humana también pasó por una cirugía similar.  

Si bien el Dr. Groth ha aprendido su especializad en una facultad de medicina, también ha demostrado que sabe cómo curar los corazones de niños atemorizados y regresarles la alegría que habían perdido. Quizás esta es la diferencia entre un médico y un verdadero sanador. 

Créditos:

Heart Eternal

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