Conmovedores abuelitos mueren el mismo día y tomados de la mano

Existen relaciones que comienzan y fracasan rápidamente, otras que duran algún tiempo, pero pocas que se prolongan para toda la vida. La de Don y Margaret Livengood, sin embargo, durará hasta la eternidad.  

Youtube/Inside Edition

El antiguo dicho de "el amor todo lo puede" parece volverse real cuando escuchamos historias como la de estos dos abuelitos de North Carolina. Se conocieron en su juventud, cuando trabajaban en la misma empresa: Margaret era secretaria y Don se había unido recientemente a la plantilla. En cuanto la vio, quedó completamente flechado por ella, y le dijo a sus compañeros que la iba a invitar a salir. Las cosas salieron bien entre ellos, por lo que poco después decidieron casarse. Para ello escogieron el mismo día en que Margaret cumplía años: el 15 de junio del ya lejano año 1957.

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Toda una vida corrió para estos mejores amigos y enamorados, quienes tuvieron hijos y nietos, formando una gran familia. Su amor siempre fue inspirador para los demás, pues veían cómo se apoyaban entre ellos y volvían a enamorarse día a día.

Sin embargo, los años no pasan en vano, y nuestra querida pareja empezó a padecer los problemas de la vejez. Don, con 84 años, tenía fibrosis pulmonar, y Margaret, con 80, fue diagnosticada con cáncer. Ambos debían ser internados con frecuencia en el hospital, mientras el otro permanecía triste y preocupado en casa. Pattie, hija de la pareja, cuenta que cuando su padre estaba hospitalizado, su madre lo iba a visitar sin falta todos los días y se quedaba en el hospital con él desde las 4 de la mañana hasta las 8 o 9 de la noche. 

Eventualmente ambos se encontraban tan enfermos que tuvieron que ser trasladados juntos al hospital Carolinas Healthcare NorthEast. Las enfermeras, conmovidas por su amor, los dejaron en una misma habitación e hicieron que sus camas estuviesen una junto a la otra. Ambos estaban continuamente tomados de las manos, dándose ánimos para resistir esta última experiencia juntos.

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Y así, tomados de las manos, sucedió: temprano en la mañana, sin ser aún ni las 8, Margaret le dijo adiós a este mundo. Las palabras que Pattie escuchó de su padre la conmovieron de por vida, pues al enterarse de que su esposa había fallecido, dijo sosteniendo fuertemente su mano: "Cuando lleguemos al cielo, podremos caminar juntos, tal como si nos estuviésemos casando de nuevo. Otra luna de miel".

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Solo unas cuantas horas después Don decidió dejar de luchar para poder unirse a su esposa en el cielo. Falleció a las 17:19 de ese mismo día. 

La muerte visitó a Don y Margaret luego de 59 años de matrimonio. Pero lo que hizo no fue separarlos, sino que llevárselos juntos el mismo día, ¡con tan solo unas cuantas horas de separación y tomados de las manos! Ese 19 de agosto los trabajadores del hospital quedaron conmovidos de por vida. Y tú, ¿te has sentido alguna vez TAN enamorado? 

Aquí puedes ver el resumen de esta historia en un noticiero local (en inglés):

 

Créditos:

MailOnline

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