Perro combate el cáncer con caminatas diarias

Joey Maxwell y su esposa viven en Florida. Ocho años atrás decidieron adoptar a un perro. Para ello, fueron al refugio de la localidad y encontraron a Maverick, un cachorrito de Golden Retriever. El cachorro había sido abandonado en el bosque y estaba terriblemente delgado.

"Cuando lo adoptamos estaba completamente en la piel y los huesos, pero era perfecto. Nos amó inmediatamente y supimos que él iba a ser nuestro perro. Lo hemos tenido desde entonces, y ha sido espectacular", dijo Joey. 

Maverick estaba encantado con su nueva familia y trajo mucho amor al hogar. Sin embargo, fue diagnosticado con cáncer cuando cumplió seis años. En vez de dejar que su salud se deteriorara, Joey y su esposa decidieron llevarlo a quimioterapia. 

Desafortunadamente, el cáncer volvió. Esta vez, la condición de Maverick era muy grave. 

Una mañana, Joey y su esposa despertaron y oyeron aullidos provenientes de su canasto. "No podía caminar", dijo Joey. "Estaba allí tendido en el suelo y podía apenas levantar su cabeza. No quería comer o beber, y estaba tiritando."

La visita al veterinario no trajo buenas noticias. Maverick pudo regresar a casa, pero todos pensaban que ya se encontraba al límite de la muerte.

"Decidimos que si esto era todo, no queríamos que se sintiera deprimido, teniendo que estar tendido alrededor de la casa y oyéndonos llorar por él. Queríamos que saliera y que hiciera lo que ama hacer: estar afuera llamando la atención. Él ama ser amado." 

Como Maverick no podía caminar solo, Joey fue a una tienda cercana para buscar algo en lo que acarrearlo. Cuando finalmente encontró el carrito perfecto, Joey rompió en lágrimas - a Maverick le iba a encantar. 

Tan pronto como estuvo afuera, sentado en su carrito, la cabeza de Maverick se iluminó con una hermosa sonrisa perruna. 

Joey realmente imaginaba que esta sería su última vez en el exterior con Maverick, pero estaba equivocado.

"Fue una transformación instantánea", dijo Joey. Maverick empezó a lucir mejor. Durante los días siguientes, Joey y Maverick continuaron yendo a caminatas con el carrito.

La gente empezó a reconocer al amistoso Golden Retriever en el carrito. Algunas personas comenzaron a salir de sus casas para darle al perro algún premio o una caricia en la cabeza.

La salud de Maverick continuó mejorando. Sus caminatas diarias lo revitalizaron en formas que nadie imaginó que fueran posibles. 


¡Se convirtió en una verdadera celebridad local! Alguien incluso comenzó a recaudar fondos para ayudar a comprarle una silla de ruedas especial para perros. 

Actualmente, Maverick se siente mucho mejor. El tumor paralizó sus patas traseras, pero se ha curado gracias a las grandes cantidades de amor que ha recibido de todos a su alrededor. ¡Continúa siempre rodando, Maverick!  

Comentarios

Más de Nolocreo