Bebés son intercambiados al nacer, descubren la verdad 56 años después

A veces el destino juega con nuestras vidas sin que podamos evitarlo, y las consecuencias pueden cambiarlo todo para siempre. La historia de DeeAnn Angell y Kay Rene Reed bien puede ser una prueba de ello: ambas nacieron el mismo día, el 3 de mayo de 1953, en el mismo hospital de Oregon (EEUU), de madres distintas. Mientras que este hecho podría haberse quedado en una simple casualidad, algo ocurrió ese día que cambiaría las vidas de dos familias enteras para siempre.

Cuando le entregaron su bebé a Marjorie Angell, ella notó algo extraño y juró que esa no era su hija DeeAnn. Las enfermeras le dijeron que eso no era posible y la ignoraron. Tras varios intentos fallidos, Marjorie desistió y aceptó a esa niña como su hija.

YouTube/PaulyParedes

Las dos niñas crecieron, cada una con su familia, felices y sin mayor problema. Pero había un pequeño detalle que revolvía su interior, y sobre el que nadie hablaba: en las fotos se observaba claramente que DeeAnn era la única rubia de ojos azules de su familia, todos con el pelo y los ojos castaños, y por el contrario, Kay Rene era la única morena de una familia de rubios.

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Sin embargo, nadie iba a poner en duda que esas niñas no pertenecían a sus familias. Hasta que llegó el día. Marjorie, la madre de DeeAnn, acababa de fallecer cuando el hermano de Kay Rene recibió una inesperada llamada: una anciana aseguraba conocer un terrible secreto acerca de las dos familias. El hermano de Kay Rene se quedó de piedra cuando escuchó las palabras de la anciana: ella insistía en que las niñas habían sido intercambiadas al nacer. La señora había esperado hasta que los padres hubieran fallecido para no crear un escándalo.

Tras enterarse de lo sucedido, Kay Rene y DeeAnn se reencontraron por fin y se hicieron las pruebas de ADN para confirmar sus sospechas, y así fue: ¡pertenecían a las familias equivocadas!

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Tras descubrir este terrible secreto, el lazo que unía a Kay Rene y DeeAnn se ha estrechado aún más: ahora se sienten muy unidas, casi como si fueran hermanas, y confiesan que les hubiera gustado conocer a sus padres biológicos.

Es increíble cómo un simple error puede cambiar la vida de tantas personas. Pero, aunque no pertenecieran a sus familias verdaderas, DeeAnn y Kay Rene fueron criadas con mucho amor. Y es que el destino no se equivoca...

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