Viajan a Rumania a adoptar una niña y descubren que tiene una hermana

Durante la década de los 90, Rumania vivió una gran crisis bajo la dictadura de Nicolae Ceauşescu. Una de las muchas medidas que adoptó para la población fue prohibir todos los métodos anticonceptivos y abolir el aborto. Unas tras otras, las familias pasaron de tener unos pocos hijos a tener 8, 10 o más. Asimismo, las familias se empobrecían y eran incapaces de hacerse cargo de todos esos niños que nacían sin parar. 

Una pareja rumana de la ciudad de Arad ya iba por el octavo hijo cuando su situación no dio para más. Con todo el dolor de su corazón, los afligidos padres abandonaron a sus dos hijas más pequeñas, Rodica y Gianina, cuando Rodica solo tenía 3 meses de edad y Gianina, poco más de un año. Las hermanas fueron separadas y enviadas a dos orfanatos distintos. En su destino no estaba escrito volver a reencontrarse. 

Youtube/Sophie

En el año 1997, Ron y Natalie Trecroce, una pareja canadiense, estaban buscando adoptar un hijo en el extranjero. Viajaron a Rumania, donde conocieron a Rodica y supieron inmediatamente que ella era la hija que no habían podido concebir. La pequeña sufría de desnutrición, además de falta de vitamina D. Pero mientras completaban los papeles para hacer efectiva la adopción, los funcionarios les dieron una noticia que jamás pensaron oír: Rodica tenía una hermana mayor.

Ante la noticia, Ron y Natalie quedaron en shock. Habían estado de acuerdo en adoptar gemelos o mellizos, pero hermanos nunca. Tenían miedo de que la hermana fuera demasiado grande y no quisiera irse con ellos o de que la crianza se hiciera más complicada. Después de pensarlo un rato, decidieron que solo había una alternativa. En unos cuantos días llenaron todos los documentos necesarios y volvieron a Canadá no con una, ¡sino que con dos pequeñas niñas! Además, cambiaron sus nombres a Danielle y Sophie. 

Youtube/Sophie

Danielle y Sophie crecieron felices junto a su nueva familia. Al principio fue difícil, porque no sabían inglés y solo podían hablar rumano, pero luego todo fue más sencillo. “Desde el momento en que nos bajamos del avión ha sido fantástico… si quisiéramos más hijos, lo haríamos de nuevo”, dice el orgulloso padre.

A la edad de 14 años, Sophie, la mayor, descubrió unos papeles que hablaban sobre ellas. Al leerlos, supo cómo había sido la historia de su adopción y de que quizás ella podría haber vivido para siempre en un orfanato si no fuera por el enorme corazón de sus padres. Tanta fue su emoción que, años después, decidió hacer un mini-documental con su historia. Puedes verlo (en inglés) a continuación:

¿Y qué piensan los padres después de todos estos años? “Esto es lo mejor que hemos hecho en nuestras vidas. Sin duda, lo mejor”, dice Natalie. ¡Y nosotros también lo creemos! Gracias a su decisión, no solo el futuro de una niña abandonada cambió, sino que el de dos. Danielle y Sophie han crecido felices y juntas a pesar de las duras pruebas que tuvieron que pasar cuando eran solo unos bebés. Esta pareja ha demostrado que no es necesario ser padres biológicos para formar un hogar lleno de amor y felicidad y que el amor no tiene límites. Increíble, ¿no es cierto?

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