Mujer sufre quemaduras en el 40% de su cuerpo, ¡pero sale adelante!

Advertencia: este artículo contiene imágenes que pueden herir la sensibilidad del lector. 

El 30 de septiembre del año 2016, Courtney Waldon, de 27 años, asaba atún y espárragos en una fogata junto a su esposo. Al ver que las llamas decaían, el hombre tomó una lata de gas y esparció un poco más encima para avivar el fuego. En ese segundo, unas pequeñas gotas de gas salpicaron lejos y alcanzaron la cara de Courtney. Las llamas, hambrientas, se expandieron rápidamente a su cuerpo. Con un grito de horror, la joven madre sintió cómo las flamas derretían cada centímetro de su piel y, mientras rodaba en el suelo para apagarlas, le gritaba al hombre que llamara a emergencias. La ambulancia llegó pocos minutos después. Y esto fue, de hecho, lo que le salvó la vida.

Youtube/Barcroft TV

En el hospital, las noticias no eran buenas: las quemaduras del rostro eran de cuarto grado, mientras que tenía de tercer grado en las piernas y manos. Los labios estaban hinchados, su rostro desfigurado y negro. No había muerto, pero había pocas esperanzas. Los doctores le indujeron un coma para que no sintiera el agonizante dolor de su cuerpo y trabajaron arduamente para sanar sus heridas poco a poco. 

Courtney estuvo en coma durante 30 días, en los cuales su familia cuidaba de su pequeña hija Caroline. La chica estaba viva, pero el 40% de su cuerpo estaba dañado y en condiciones deplorables. En total, estuvo 51 días internada en el hospital, le hicieron más de 20 cirugías reconstructivas y quedó con una deuda de 2 millones de dólares. Y eso no es todo, pues en el futuro tendrá que hacerse más de 12 cirugías, una cada mes. Cada una de ellas cuesta 11.000 dólares. 

Youtube/Barcroft TV

Cuando Courtney pudo regresar a casa, su pequeña hija le demostró su apoyo demostrándole cuánto la amaba y la había extrañado. Sin embargo, tan solo dos semanas después, su esposo la abandonó. El motivo: no podía lidiar con ella y su nueva condición. Courtney quedó sin esposo, sin trabajo y sin posibilidad de moverse, por lo que perdió su casa y tuvo que mudarse con sus padres.

La situación era crítica. Courtney debía hacerse operaciones, aprender a mover los dedos, cuidar a su hija y, sobre todo, aceptarse a sí misma. Ella misma relata que, cuando se vio en el espejo, se sintió enferma y casi se desmaya: "Pasé de ser la chica bonita, recién casada, con la vida en orden, a apenas ser capaz de vestirme y a necesitar ayuda para todo". 

GoFundMe

Pero una increíble sorpresa esperaba a Courtney y Caroline: su comunidad de Tallapoosa, Georgia (Estados Unidos) se había conmocionado con la historia y decidió… ¡construirle una casa! Por su condición, para Courtney era imposible conseguir un trabajo prontamente y menos un crédito de un banco para una casa propia. El regalo de su comunidad ha sido un gesto increíble de amor y solidaridad que ha conmovido a miles de personas. 

En esta casa pronto podrán vivir madre e hija, enfocadas al 100 % en la recuperación de Courtney y en la crianza de Caroline. ¡Increíble! 

Youtube/Barcroft TV

Con un nuevo hogar, una fuerte red de apoyo, sus padres y, más importante, su hija, Courtney está convencida de que podrá salir adelante. Es cierto que su rostro jamás volverá a ser como era antes, pero ella está convencida de que sobrevivió por un motivo, y que eso es más importante que las apariencias. Ahora quiere ayudar a personas que han tenido que sobrevivir a eventos traumáticos como ella, darles a entender que existen maneras de salir adelante. ¡Su fortaleza es realmente envidiable!

Si quieres saber más sobre la historia de Courtney, puedes ver este video (en inglés):

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