La leyenda urbana de las brujas-vampiras mexicanas
En todas partes son conocidas las leyendas de brujas; quien más y quien menos ha oído historias para no dormir sobre estos malvados seres que generalmente atacan a niños. Y aunque muchos podrían pensar que son solo cuentos, hay zonas en las que la gente cree en estas historias con certeza. Como en el estado mexicano de Tlaxcala, donde muchas familias se protegen de las Tlahuelpuchis.
Tlahuelpuchi significa "sahumador luminoso". Estos seres son, por lo general, mujeres que, según qué versión, eran normales hasta que vendieron su alma al diablo. Otros creen que fueron malditas al nacer y que sus poderes se manifiestan cuando alcanzan la pubertad, en concreto cuando tienen su primera menstruación.
Es entonces cuando su lado sobrenatural sale a la luz: las Tlahuelpuchis tienen la habilidad de convertirse en aves nocturnas y, más comúnmente, en guajolotes (pavos). Lo peor de esto es que no son inofensivas. Estos seres, que tienen características de brujas y de vampiros, se alimentan de sangre humana. Más concretamente de la de bebés.
Dicen que por las noches, sobre todo entre medianoche y las 4 de la mañana, estos seres se cuelan en casas donde haya algún bebé y, transformadas en ave, le chupan la sangre con el pico a través de la mollera, esto es, el hueco entre los huesos del cráneo que tarda meses en cerrarse antes de que crezcan. Algunas veces, las "aves" dejarán sus extremidades humanas bajo la cama, por lo que las madres de las víctimas deberían quemarlas para deshacerse de ellas.
El motivo por el que hacen esto es porque al tomar sangre "nueva" mantienen su juventud, ya que muchos de estos seres tienen más edad de la que aparentan. Y sus víctimas, los inocentes bebés, aparecen al día siguiente muertos y con un color azulado en su piel. Los temerosos padres solo pueden poner tijeras, espejos, alfileres y crucifijos en las cabeceras de las camas de los recién nacidos, a modo de protección.
Pero, a pesar de que en los pueblos con más presencia indígena un alto porcentaje de habitantes cree en seres de esta naturaleza, no se han realizado ni estudios fiables ni los medios de comunicación ponen atención en el tema. Si bien es cierto que hay bebés que mueren de manera que para ellos parece inexplicable, seguramente las causas más probables sean asfixia, síndrome de muerte súbita infantil o incluso infanticidios sin resolver.
Sin embargo, a pesar de que ningún gobierno local reconoce su existencia oficial, la última ejecución de una Tlahuelpuchi ocurrió en Tlaxcala en 1973, no hace tanto tiempo. ¿Puede que realmente esa mujer fuese una bruja entonces? ¿O lo que se cometió fue una atrocidad contra una mujer inocente?
En este vídeo se narran historias de encuentros con brujas en primera persona:
Fascinante historia, cuanto menos. ¿Tú qué opinas? ¿Has escuchado alguna historia similar en tu zona?