Extraño le da una propina enorme para la operación de su perro
Christina Summit, de Clinton, Nueva Jersey (EE.UU.) tiene tres trabajos, educa a tres niños y es voluntaria de un grupo de rescate de animales. Su marido también trabaja a tiempo completo. Un día, se encontró en una situación todavía más desafiante. La vida del amado perro de su familia, Tucker, estaba en peligro. El pobre animal se había tragado una pelota de tenis. A pesar de no tener ni un minuto libre, no dudó no lo dudó ni un segundo y decidió llevarlo al veterinario.
Tucker, que es una mezcla de labrador y gran danés, llevaba con ellos ya tres años. Christina amaba al animal como si fuera uno de sus hijos. Pero cuando el veterinario le dijo que la operación le costaría 2.700 $, tuvo que pensárselo. No tenían esa cantidad de dinero. Sin embargo, decidió hacerlo para salvar la vida de Tucker. Ya encontraría una manera de pagarlo, pensó la mujer.
Poco después, durante uno de sus turnos nocturnos como camarera en el bar del hotel donde trabajaba, Christina estaba hablando con los clientes cuando uno de ellos le preguntó por su tatuaje: unas huellas de perro.
Después de intercambiar historias sobre mascotas, Christina terminó hablándoles sobre la operación de Tucker. Ya tenía un plan: iba a vender su coche para conseguir el dinero. Iba a ser una pérdida enorme. Su vida iba a ser muy dura sin un coche, pero amaba demasiado a Tucker como para no hacerlo.
Más tarde, uno de los clientes pidió la cuenta. Escribió un número en el lugar donde normalmente se pone la propina y le dio a Christina su tarjeta de crédito. Normalmente, la propina corresponde al 15 o 20% de la cuenta, pero cuando Christina vio lo que había escrito, no pudo creerlo. La cifra era de 1.000 dólares.
Customer leaves $1,000 tip to help NJ bartender pay for dog’s urgent surgery #HelloHumanKindness #DogsUniteUs https://t.co/ufRH9GCHjL pic.twitter.com/RxKiRxYvW5
— Pibble Life (@Pibble_Life) 20. Oktober 2016
Christina volvió a su mesa para preguntarle si se trataba de un error. Pero el cliente confirmó que la cifra era completamente correcta y dijo que rezaría para que el perrito se recuperara rápidamente. Lágrimas de alegría y alivio recorrían el rostro de Christina. Publicó la factura en Facebook para mostrarle al mundo lo ocurrido y la historia llegó a aparecer en la televisión.
Tucker ya está completamente recuperado de su operación. Qué buena suerte que Christina no tuvo que endeudarse o vender su coche. En su lugar, la ayuda llegó de mano de un extraño completamente generoso.
En este vídeo, puedes ver a Christina contando toda la historia (en inglés):
Son gestos como este los que nos recuerdan que la bondad de los demás puede hacer el mundo un lugar mejor.