El asiento para niños no evitó que un bebé resultara gravemente herido

Angela Brown, de Nueva Gales del Sur, Australia, es madre de dos adolescentes y dos bebés. Como toda madre responsable, solo quiere lo mejor para sus hijos. Pero, desafortunadamente, toda su experiencia y sus buenas intenciones no fueron suficientes cuando ella y sus hijos sufrieron un grave accidente de coche.

Angela cometió un error que en su momento no parecía ser importante, pero que casi le cuesta la vida de su hijo. Angela, su marido y sus dos hijos pequeños iban de regreso a casa después de una cita con el dentista cuando ella perdió el control del vehículo y se estrelló contra un árbol a 96 km/h. Cuando escuchó a sus hijos gritando de terror, salió del coche aterrorizada.

Angela alcanzó a ver que su bebé de casi un año de edad no tenía ninguna herida visible, pero su hija de dos años, Summer-Rose, había recibido un fuerte golpe en la cabeza. Poco después, descubrieron que era mucho más grave de lo que creyeron al principio. ¿Cómo podía ser posible que un niño hubiera salido ileso de un accidente tan grave y el otro resultara gravemente herido?

La respuesta a esta pregunta fundamental quedó muy clara al poco tiempo: mientras que la hermana pequeña estaba sentada mirando hacia atrás del coche, la pequeña Summer-Rose se encontraba en un asiento colocado al revés. Este hecho tuvo dos consecuencias muy distintas. Cuando el auto chocó contra el árbol, Summer-Rose salió despedida hacia adelante, mientras que su hermanita permaneció en su asiento con el cinturón de seguridad bien ajustado. No fue hasta que llevaron a Summer-Rose al hospital cuando los médicos fueron capaces de determinar la gravedad de sus lesiones.

Summer-Rose tenía las vértebras c1 y c2 de la columna rotas y era un milagro que siguiera con vida. Además, existía la posibilidad de que quedara paralizada de cuello para abajo por el resto de sus días. Para ayudarla a recuperarse, le colocaron un halo de metal para mantener la cabeza en su sitio y la columna recta, lo que evita dolores y molestias a los pacientes al moverse. Summer-Rose ha sido uno de los pacientes más jóvenes que ha recibido este tipo de tratamiento. 

Resulta increíble que en el mismo accidente un niño casi haya muerto y el otro haya permanecido sano y salvo, especialmente si consideramos que ambos viajaban en el mismo coche.

Por suerte, la pequeña Summer-Rose se ha recuperado de sus lesiones y ha vuelto a ser una niña sana y feliz. Y su madre ha aprendido una lección muy importante: colocar siempre el asiento de coche para niños de acuerdo a las instrucciones del fabricante.

Este historia nos muestra la importancia que tienen colocar el asiento para niños en la posición correcta. Casi siempre se recomienda poner a los niños pequeños y a los bebés mirando hacia atrás, lo que evita que salgan proyectados hacia enfrente en caso de una colisión frontal. Parece un pequeño detalle, pero puede salvar la vida de un niño.

Créditos:

dailymail.co.uk

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