Chica secuestrada hace 17 años se niega a ver a sus padres biológicos
Celeste Nurse, de Sudáfrica, no podía estar más feliz. Solo tres días antes había dado a luz a su hija Zephany. Tanto la madre como la hija se encontraban bien e iban a pasar unos días en el hospital antes de irse a casa a iniciar una nueva vida en familia. Mourne, el marido de Celeste, acababa de visitarlas en el hospital y se dirigía a casa. Zephany dormía profundamente al lado de su madre.
Esa noche, ya muy tarde, vino una enfermera a revisar a Celeste y a su hija. Todo parecía estar en orden, así que Celeste pudo descansar del agotamiento de los días anteriores y se quedó dormida profundamente. Nunca se imaginó que esa noche sería la última que pasaría al lado de su pequeña Zephany.
Cuando se despertó, miró alrededor y se dio cuenta de que su hija no estaba ahí. Llamó de inmediato a la enfermera. Al principio pensó que alguien del hospital se la había llevado simplemente para cambiarle el pañal o hacerle algunas pruebas, pero cuando la enfermera entró a la habitación, la expresión de su cara lo dijo todo. Algo muy malo había sucedido.
Muy pronto se concluyó que se habían robado a la bebé. La "enfermera" que había venido a revisar a la madre y a la niña la noche anterior, antes de que Celeste se quedara dormida, ¡no era ninguna enfermera!
Las autoridades fueron alertadas y empezaron la búsqueda de la bebé de tres días. Pasaron los días, las semanas y los meses. Finalmente, la pareja empezó a perder las esperanzas. "Como madre, esto te rompe el corazón. ¿Estará bien? ¿Abusarán de ella? ¿Seguirá viva?", Celeste se hacía las mismas preguntas a diario.
Por último, la pareja se resignó a continuar con sus vidas sin su hija.
En los años posteriores al secuestro, Celeste y Mourne tuvieron otros tres hijos, dos niñas y un niño. Pero nunca olvidaron a Zephany, y nunca perdieron del todo la esperanza de volverse a reunir con ella algún día. Incluso, la familia se reunía cada año para celebrar el cumpleaños de la bebé robada. Y cada año se publicaba un anuncio en el periódico local con la ilusión de poder encontrarla.
Pero los años siguieron pasando y no sucedió nada.
Pero finalmente, algo ocurrió. Un día, Cassidy, la hija de 13 años, regresó a casa después del colegio con una extraña noticia para sus padres. Celeste y Mourne esperaban una complicada historia sobre un típico problema de adolescentes, pero lo que escucharon les llamó mucho la atención.
Cassidy estaba segura de haber visto a una chica joven que se parecía muchísimo a ella. Por primera vez en mucho tiempo había un atisbo de esperanza. ¿Qué tal si se trataba de ella?
Cuando conocieron a la adolescente de la que Cassidy les había hablado, quedaron impactados. A Celeste no le quedaba ninguna duda de que esa chica era Zephany. Contactó a la policía de inmediato y pidió que le practicaran la prueba de ADN. La pareja esperaba los resultados con mucho nerviosismo, hasta que la llamada finalmente llegó: ¡la chica era su hija! ¡Habían encontrado a Zephany!
Después de 17 años de sufrimiento, por fin había llegado el día que habían soñado durante tanto tiempo. La familia estaba completa de nuevo. O eso fue lo que pensaron...
Resultó que Zephany había crecido solo a unos cuantos kilómetros de sus padres biológicos. Había sido criada por la mujer que la había robado en el hospital. Afligida y desesperada después de un aborto, la mujer simplemente se la había llevado a su casa, como si fuera su propia hija. Incluso el marido de la mujer no tenía idea de que no fuera su hija.
A pesar de las extrañas circunstancias, Zephany había tenido una infancia feliz y no tenía la más mínima intención de darles la espalda a los padres que la habían criado.
Pero ahora se encontraba atrapada entre dos mundos: en el que había pasado toda su vida y en el que tenía que haber estado.
Durante algún tiempo, la familia Nurse trató de reconectarse con Zephany, pero muy pronto descubrieron que la joven no era exactamente como ellos lo esperaban. Era difícil comunicarse con ella. La adolescente se alejó de sus padres biológicos y regresó a los brazos de aquellos con quienes había vivido más de 17 años.
"Ella nos la robó una vez y ahora siento como si nos la hubiera robado nuevamente. Había una conexión, pero el apego nunca se dio a pesar de que le dimos tiempo y espacio para ello", dijo Mourne.
Hoy en día, Zephany sigue viviendo bajo la identidad que le dieron sus padres "adoptivos" y se niega a ver a Celeste, Mourne, sus hermanas y su hermano. Pero finalmente, la mujer que la secuestró hace 17 años, se sentó en el banquillo de los acusados y está cumpliendo una pena de cárcel.
"Espero que la situación mejore ahora que esa mujer se encuentra recluida en prisión. No puedo hacer nada más por el momento. Solo espero que algún día ella elija regresar libremente", explicó Mourne.
Puedes ver la trágica historia de esta familia en siguiente vídeo:
Después de que se emitió el reportaje, las cosas cambiaron para peor, ya que Celeste y Mourne se divorciaron. El estrés que les provocó esta tragedia fue demasiado para ellos. Incluso si Zephany siente la necesidad de reunirse con ellos, tal vez nunca logren tener la gran familia feliz con la que siempre soñaron. Pero aunque ya no están juntos, pueden, al menos, estar más tranquilos sabiendo que su bebé está viva y goza de buena salud.
Y la vida continúa: un día, quizás, la hija que perdieron cambie de opinión y acepte su amor. Y tal vez ellos también logren comprenderla... Solo podemos desearles que un día logren estar cerca de ella, como siempre lo soñaron.