Enfermera de prematuros cuenta cómo es su dura jornada laboral

Brittany Denise es enfermera en la UCI. Su trabajo consiste en cuidar de los pacientes más pequeños y vulnerables del hospital: los bebés prematuros. Esta joven publicó en Facebook una desgarradora foto en la que sostenía en brazos a un bebé que acababa de morir junto a estas conmovedoras palabras:

"Casi todo el mundo sabe que soy enfermera; y que trabajo en la Unidad de Cuidados Intensivos. Mucha gente cree que mi trabajo es dar de comer y acunar a bebés, algo que a veces tengo el privilegio de hacer... pero mi trabajo es mucho más que eso.

Cuido de bebés que han nacido prematuramente, y que no vivirían si no fuera por la medicina moderna… Bebés a los que conectan a respiradores artificiales, a los que se pone catéteres y se les da medicación de emergencia. 

Los vigilo, cuido, les pongo la medicación intravenosa y escribo informes de laboratorio. 

Le enseño a un padre primerizo a cambiarle el pañal a su frágil criaturita por primera vez.  

Coloco al bebé en el pecho de su madre (a menudo con muchos tubos y cables pegados), después de que ella no haya podido sujetarlo en días, o incluso semanas. 

Consuelo a esa madre que tiene que ver cómo a su pequeño niño se le hacen más pruebas, se le ponen más inyecciones y se le hacen más cosas de las que muchos sabrán.

Celebro con los padres cada éxito: cada gasometría arterial con buenos resultados, cada gramo que ganan y cada tubo que se les quita a sus hijos. 

Me lleno de alegría ese día en que los padres pueden finalmente llevarse a sus hijos a casa con ellos tras meses en la UCI. 

Soy testigo de milagros. Veo pequeñas vidas renacer contra todo pronóstico. Pero a veces esto no sucede...

Ayudo a resucitar a bebés cuyos corazones han dejado de latir y sus diminutos cuerpos simplemente no pueden soportarlo más.  

Me fustigo pensando en lo que podíamos haber hecho mejor o de otra forma cuando no queda nada más por hacer en términos médicos. 

Pongo a esos lindos bebés en brazos de sus padres mientras exhalan su último suspiro, una vez que la ciencia y la medicina no pueden hacer nada.  

Les doy la medicación que les haga sentir cómodos en sus últimos momentos de vida aquí en la Tierra. 

Ayudo a realizar moldes de sus manitas y piececitos y recuerdos para que sus familias tengan algo de ellos para siempre.

Comparto recuerdos con las familias, lloramos y reímos mientras lo hago. La UCI se convierte en su hogar. 

Abrazo a los parientes del bebé cuando salen del cuarto del bebé por última vez, con la esperanza de que mis palabras les ofrezcan algo de consuelo. 

A veces lloro de camino a casa, en la ducha o mientras me intento dormir antes de volver a ir a cuidar de las vidas de otros pequeños. 

Me apoyo en mis compañeros: esos otros enfermeros de la UCI con los que tengo la suerte de trabajar. En ellos busco apoyo, conocimiento y sabiduría.

Sí, soy enfermera de la UCI. Pero todos los días mi trabajo resulta ser mucho más que eso".  

Las palabras de Brittany demuestran que la profesión de enfermero es uno de los trabajos más duros que hay. Muestra tu apoyo a todos los enfermeros que conozcas compartiendo este artículo. 

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