Un niño invita a su vecina a la boda de los gatos de ambos
Era un día como cualquier otro para Ashley Shields, una mujer de 33 años residente en Iowa. Sin embargo, al llegar a casa y abrir el buzón, se sorprendió al encontrar una invitación de boda. Pero más grande fue la sorpresa cuando Ashley leyó quién se casaba:
La invitación de boda estaba firmada por su vecino de 11 años, Brady, y decía así: "¡Estás invitado! Fecha: domingo desde las 2 a las 2:30. Estás invitado a la boda de Silver (la gata de Brady). Silver contraerá matrimonio con Pedro (el gato de Vivian). Habrá pastel de atún, y Silver y Pedro irán vestidos con elegancia. Tú no tienes que venir vestido elegante, aunque puedes si quieres. Esperamos verte allí. PD: la casa es grande. Fecha: domingo a las 2:00. Firmado: Brady".
¡Resulta que el gato de Ashley y el de Brady llevaban años enamorados! Brady llevaba tiempo viéndolos juntos y aunque no estaba seguro de qué se traían entre manos, pensó que había llegado la hora de sellar la relación para los dos tiernos gatucos. Una amiga de Ashley declaró: "Seguramente Pedro está cansado de jueguecitos y quiere sentar la cabeza de una vez". Por ello, el dueño de Silver, con sus 11 añitos, preparó lindas invitaciones de boda para su gata y enamorado. Los preparativos se pusieron en marcha: las cuatro hijas de Ashley prepararon la mesa para el banquete, un amigo de la familia fabricó un velo y una pajarita para los felinos novios y Ashley cocinó los pasteles de atún para la ocasión.
Carley Johnson, una buena amiga de la familia, publicó las fotos de la ceremonia en su perfil social. "Silver parecía emocionada por estar tan elegante y bonita", comentó Carley.
Sin embargo, este no parecía ser el caso de Pedro, que estaba más interesado en los pasteles de atún dispuestos en la mesa. "Al principio le entraron los nervios normales por la situación y tuvimos que darle su pastel de atún antes de tiempo para poder comenzar con la ceremonia".
La ceremonia pudo por fin comenzar: Ashley explicó cómo se conocieron y lo que los dos tortolitos sienten el uno por el otro. Ashley tiene autorización para oficiar bodas en Iowa, lo que daba al matrimonio aún más seriedad. Tras la correspondiente fórmula final, los gatitos dieron su "miau, quiero". ¡Todos los presentes irradiaban felicidad, sobre todo Pedro y Silver!
Tras la ceremonia, los invitados brindaron con champán, mientras Pedro y Silver comían pastel de atún y disfrutaban de sus primeros momentos como marido y mujer. "La boda fue prácticamente como cualquier otra", comentó Carley.
Gracias a un perspicaz niño, que vio que su gatita había caído en las zarpas del amor, ahora hay una feliz pareja más en el mundo gatuno. "Creo que el amor entre gatos dura eternamente", dijo Carley. Solo nos queda desearles a Pedro y Silver lo mejor en el resto de su vida juntos. ¡Y que vivan los novios!