Un hombre sufre un cáncer y le tienen que quitar parte de la cara

Atención: este artículo contiene imágenes que podrían perturbar a algunos lectores.

Billy Owen trabajaba como mecánico, estaba casado y tenía un bebé de seis meses. Un día cayó en cama por un fuerte resfriado. Como no se le quitaba, decidió ir al médico para acabar con las molestias de una vez por todas. Pero resultó que sus síntomas solo eran el principio de algo mucho peor.

"Tenía dolores de cabeza y no podía respirar porque tenía la nariz completamente tapada. Los médicos me recetaron un descongestionante porque creyeron que tenía sinusitis, pero mi esposa me presionó para que fuera a un especialista".

Finalmente, le dieron una pésima noticia: tenía un cáncer muy raro que afectaba la cavidad nasal y tenía solo un 10% de posibilidades de sobrevivir.

Por lo general, es fácil extirpar el tumor si se encuentra en las primeras etapas de formación, pero en el caso de Bill era necesario extraer la mitad de la cara, incluido el ojo derecho, así como los músculos y los nervios de alrededor.

Después de la operación, Billy tenía un hueco donde había estado su ojo.

Esta operación es capaz de desalentar y deprimir a cualquiera. Es obvio que a la mayoría de las personas no les haría mucha gracia mostrar su rostro en público. Pero, para sorpresa de todos, Billy reaccionó de una forma distinta. Esta experiencia transformó completamente su vida.

"Antes llevaba una vida muy loca y desordenada, bebía demasiado. Después de mi operación lo pasé muy mal en el hospital, tenía ataques, perdía el control. Pero un día sentí que me acariciaban la mano; era algo así como la presencia de Dios. Sentí una profunda paz y sabía que todo iba a estar bien".

Billy decidió dedicar su vida a su hijo y su mujer. Tenía la sensación de que estaba en deuda con ellos: "No puedo creer todo lo que tuvo que pasar... y mi hijo, él es el único que nunca me ha visto como era antes".

La única cosa que realmente le sigue molestando es una "comezón fantasma" en el ojo que le falta, lo que por desgracia, no tiene remedio.

Le colocaron una placa dental para que conservara la forma de la cara, pero si se la quita, puede meter el dedo por el orificio del ojo y tocarse la boca. Billy no pudo seguir trabajando como mecánico. Sin embargo, ahora que su apariencia es tan rara, ha decidido sacarle el máximo provecho. ¡Cambió de profesión y hoy en día actúa como zombi en películas de terror!

Hace poco participó en un capítulo de "Freakshow", una serie del canal estadounidense AMC.

Desde entonces, muchas personas se han sentido profundamente conmovidas por su historia.

"¡Un chico se ofreció a hacerme un parche para el ojo!", cuenta Billy con entusiasmo. "Pero lo que realmente quiero es darle a mi familia todo lo que necesita".

Al parecer, Billy ama la vida intensamente, incluso si la enfermedad le arrebató un ojo. Mucha gente que lo conoce está de acuerdo en que ahora se ve más feliz que antes gracias a su gran optimismo. Su actitud es el mejor ejemplo de aquel viejo refrán: "Si la vida te da limones, haz una limonada". ¡Cuánto más limonada, menos sufrimiento!

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