Chica con rara enfermedad recibe el mejor regalo de una desconocida

Sara Gebert tiene 20 años y vive en Pittstown, Nueva Jersey. En 2013 le diagnosticaron pseudo-obstrucción intestinal crónica y gastroparesis. Debido a esta extremadamente infrecuente enfermedad del tracto gastrointestinal, esta chica no ha podido comer ni beber nada durante 2 años. Llegó a vomitar hasta 60 veces. Tuvieron que operarla para poder sondarla, colocando unos tubos en su estómago, que la alimentarían.  Un día, mientras estaba de vacaciones, se produce un increíble encuentro de la chica con una mujer, a la que escribe una carta que publica en Internet. Léela por ti mismo: 

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"No sé si para ti fue fácil acercarte a mí en la playa, pero para mí es muy difícil hablar con extraños. Pero tú te acercaste a mí irradiando tanta confianza en ti misma que nadie hubiera pensado que nos sentíamos mal con nosotras mismas, especialmente si es algo que me cuesta tanto hacer. Tú me viste como soy realmente: una chica asustada que intenta que nadie vea lo asustada que está. 

No sé si ese es el motivo por el que te acercaste, pero quiero darte las gracias. Vivir con una enfermedad crónica no es nada fácil, y se vuelve incluso más difícil si esta cambia tu apariencia exterior tanto como la mía. Cuando estoy vestida, nadie diría que no soy 'normal', pero en la playa es totalmente distinto.

Todo el mundo está a la vista de todos en la playa, pero yo tengo que dejar literalmente que todo 'cuelgue'. Tengo una ileostomía, una sonda gástrica y otra yeyunal; algo que no se ve todos los días. Yo estoy acostumbrada a ellas; para mí son algo normal. Pero para los demás parezco salida de una película de ciencia ficción. Pero tú me viste como una persona; no te quedaste mirando mis sondas, me miraste a los ojos. Y después me diste las gracias. 

No sé si te diste cuenta, pero me quedé muy sorprendida. Ha habido gente que se ha acercado, me ha llamado asquerosa o me ha preguntado: "¿Vas así de verdad a la piscina?". Y cuando te acercaste a mí, me esperaba algo de ese estilo. Pero lo que ocurrió a continuación me dejó sin palabras. Me diste las gracias por llevar bikini, me contaste que también solías tener una ileostomía, y que ya no tienes intestino grueso. Me dijiste que era una inspiración para la gente. Y eso significó muchísimo para mí. 

Cuando hice la maleta para ese viaje, me torturé durante horas pensando en qué bikinis llevar. La verdad es que me traje todos los que tengo, y también dinero para comprarme uno nuevo, porque pensé que ninguno de los míos lo escondía todo. Finalmente, esa mañana decidí ponerme el bikini como si no tuviera nada extra en mi cuerpo. Estaba muy nerviosa. Todas las adolescentes tenemos problemas de autoestima con respecto a nuestro cuerpo, pero desde que me hicieron la ostomía, estos se multiplicaron por 100. Llevábamos muy poco tiempo en la playa y ya me estaba sintiendo rara, pensando que todo el mundo estaría mirando mi ostomía. Pero después de hablar contigo unos minutos, todas mis preocupaciones desaparecieron. En ese momento me di cuenta de que mi apariencia daba igual y, durante el resto de mis vacaciones, el único problema que tuve con respecto a mis bikinis fue que había metido demasiados en la maleta y no los iba a necesitar. 

Así que gracias. Gracias por devolverme la fe en la bondad de las personas. Gracias por hacerme sentirme bien con mi cuerpo. Y gracias por darme la confianza necesaria para disfrutar de mis vacaciones al máximo". 

YouTube/ChasingNews

Si esta maravillosa carta de la increíblemente valiente Sara también te ha llegado al alma, compártela con tus conocidos y haz que la gente conozca esta enfermedad, para que no sucedan cosas como las que a esta chica le sucedieron. Y si quieres saber más sobre su historia, aquí te dejamos el siguiente vídeo (en inglés):

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