Embarazada descubre que lunar en la frente es cancerígeno

Cuando Bethany Greenway, de Austin (Texas), se quedó embarazada de su segundo hijo, notó que le estaba creciendo una mancha muy grande en la frente. Lo achacó a las hormonas del embarazo y no le dio más importancia, pero lo que no sabía era que ese lunar era solo el principio de 3 años de lucha titánica. 

Su lucha empezó en el otoño de 2014. Justo en el centro de la mancha, le estaba creciendo un doloroso lunar. Bethany fue a su dermatólogo para que la revisara y él le dijo que la mancha era benigna. Pero, más tarde, una biopsia reveló que la mancha era en realidad un melanoma desmoplástico, un tipo muy raro de cáncer de piel. Después de haber visto a su madre luchando contra un cáncer de piel, los peores miedos de Bethany se hicieron realidad. 

El pasado agosto, Bethany se sometió a dos operaciones, donde los médicos eliminaron el trozo de piel donde se encontraba la mancha y los músculos de debajo. El melanoma desmoplástico se encontraba muy cerca del hueso, razón por la cual Bethany podía sentir que el lunar le dolía. 

La cirugía la dejó con un hueco en la frente, que los médicos taparon con piel de su muslo. Una esponja de compresión amarilla cosida a su frente la ayudó a que el injerto de piel no se moviera de su sitio hasta que el cuerpo de Bethany lo aceptara. 

Pero su sufrimiento no terminó ahí: tuvo que tomar infusiones de inmunoterapia y se tuvo que someter a sesiones de radioterapia que le quemaron el interior de la boca y todo lo que comía sabía terrible. Pero ella siguió luchando. Y luchó por sus dos hijas, por poder verlas crecer, reír y disfrutar de su familia al completo. 

La valiente madre documentó todo el proceso en una serie de fotografías que iba colgando en su cuenta de Facebook y que la ayudaban a afrontar su enfermedad y también a advertir a los demás sobre los riesgos de no cuidar nuestra piel del sol.

 

Ahora, con el injerto de piel totalmente curado, una ceja postiza y mucha crema solar, Bethany puede disfrutar de la vida junto a su familia y sentirse orgullosa de su valentía y tenacidad frente a una enfermedad que no da tregua ni un segundo. Su mensaje para el mundo: "Por favor, dejad de tomar el sol demasiado y de ir a salones de bronceado. La piel bronceada no es sana, es piel dañada". 

Especialmente en los meses de verano cuando el sol aprieta con fuerza sobre el cielo es muy importante que protejamos nuestra piel. Y recuerda siempre que cualquier lunar que cambie bien de forma, tamaño, color o cualquier otra cosa, necesita ser examinado por un médico de inmediato. Podría ser la diferencia entre la vida y la muerte. Afortunadamente, para Bethany no fue tarde. 

Créditos:

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