Una niña que paró de crecer encuentra un amigo en un Gran Danés
Cuando la pequeña Bella Burton, de Woburn, EEUU, paró de crecer a los 2 años, sus padres no sabían qué hacer. Los médicos no estaban seguros de qué le pasaría a esta pequeña, que hoy tiene 11 años.
Finalmente, a Bella le diagnosticaron una rara enfermedad llamada "Síndrome de Morquio". Este hace que su cuerpo no produzca suficientes enzimas, lo que hace que haya dejado de crecer. Pero las complicaciones de la enfermedad no solo estuvieron relacionadas con su tamaño. El Síndrome de Morquio también provoca enfermedades cardiovasculares y paraplejía, ya que la espina dorsal se vuelve débil.
Bella se sometió a 9 operaciones para tratar su enfermedad. Aún tiene que andar con muletas o ir en silla de ruedas, lo que le resulta duro a la activa niña.
Pero todo cambió cuando la familia de Bella descubrió un proyecto en el que se entrena a Gran Daneses para ser asistentes médicos.
Bella y su familia fueron a visitar de inmediato el centro de entrenamiento, donde Bella conoció a George, este gigante perro. Fue amor a primera vista. Desde entonces George se niega a apartarse del lado de Bella.
Desde que conoció a George, Bella está mucho más contenta e incluso ha podido sustituir una de sus muletas por George. Sus vidas cambiaron para siempre.
Esta familia, sobre todo Bella, quería hacer algo especial por George, que ya no se aparta del lado de la niña.
Así que decidieron dedicarle todo un día a George, un día para mimarlo en todos los sentidos. Este día fue organizado por un grupo que se dedica a dar un día especial a perros que se lo merecen. Bella, su madre y George viajaron a Boston, donde se alojaron en un hotel de lujo. Durante el día George pudo visitar la ciudad junto a su familia.
George pudo disfrutar de unas hamburguesas para perritos.
También tuvo la oportunidad de jugar en la nieve con su humana favorita en una zona de ski reservada solo para ellos.
Luego visitaron una tienda de golosinas para perros, donde a George le dieron a probar diferentes caramelitos.
Y cuando volvieron a su lujosa habitación de hotel, le esperaban muchos juguetes con los que pasar el tiempo de forma divertida.
Y, por supuesto, un nuevo lugar para reposar sus patas tras un largo día de diversión; lo suficientemente grande para su tamaño.
Bella y George pasaron algunos de los momentos más felices que pueden recordar: nunca olvidarán este maravilloso día.
Aquí tienes un vídeo del "gran día de George":