Increíble: minúsculo bebé prematuro sobrevive a la fase más crítica
Cuando la inglesa Hannah Wicks quedó embarazada, jamás imaginó que traería al mundo a una diminuta niña más fuerte que un roble.
Hannah y su marido, Steve, ambos de 31 años, esperaban con mucha ilusión la llegada de su tercer bebé, pero su alegría se vio ensombrecida al poco tiempo cuando Hannah recibió una pésima noticia con solo 18 semanas de embarazo. Poppy, la bebita en gestación, padecía un trastorno de crecimiento fetal, lo que le provocaba insuficiencia de sangre en las venas.
Ambos padres empezaron a temerse lo peor cuando la pequeñísima Poppy nació con un peso de 360 g. Con las manos y los pies encogidos, cabía fácilmente en la palma de la mano de su padre. No superaba el tamaño de una pelota de tenis.
El pequeño trozo de vida recibió cuidados intensivos día y noche en el hospital Bristol Southmead, pero los padres estaban conscientes de que se trataba de una batalla muy desigual. Incluso Hanna compró un pequeño conejito de peluche para que Poppy no estuviera sola en su ataúd.
Pero Puppy se aferró a su preciada vida con todas sus escasas fuerzas. Simplemente se negó a darse por vencida y no dejó de sorprender a los médicos, quienes siguieron su desarrollo con gran expectación, después con esperanzas reservadas y, finalmente, con una alegría evidente.
Actualmente Poppy tiene cuatro meses de edad y ya está en casa. Pesa poco más de 2 kilos, sigue siendo muy pequeña en comparación con un recién nacido. Necesita oxígeno extra, pero su desarrollo es notablemente positivo.
Los padres no caben en sí de alegría: "Poppy es en realidad nuestro bebé milagro, simplemente ha luchado, luchado y luchado contra todos los pronósticos, y ha logrado vencer los obstáculos. Nunca perdimos la esperanza, pero siempre estuvimos preparados para lo peor: que Poppy no sobreviviera".
Puedes ser testigo de esta conmovedora historia a través de esta serie de imágenes:
¡Qué niña tan pequeña y fuerte a la vez! ¡Ojalá que siga dándoles muchas alegrías más a sus padres!