Un recién nacido recibe un trasplante de corazón justo a tiempo

Por lo general, el nacimiento de un bebé es un evento muy dichoso. Pero cuando Lincoln Seay nació, todos estaban sumamente preocupados. A los pocos segundos, el recién nacido ya se estaba enfrentando a la muerte debido a una alteración genética que provocó que sus órganos crecieran en el lado equivocado de su cuerpo. Su corazón estaba tan débil que necesitaba una cirugía de inmediato para sobrevivir. 

Los médicos de Anchorage, Alaska, le practicaron una operación de emergencia al pequeño Lincoln y consiguieron estabilizar su situación. Pero los análisis posteriores revelaron que esta solución solo sería temporal. La única posibilidad de que sobreviviera a largo plazo era un trasplante de corazón. Todo lo que la familia podía hacer era esperar a que encontraran un donante a tiempo. 

Pasaron tres largos meses hasta que finalmente recibieron una buena noticia: había un corazón en camino. Lincoln fue trasladado a una clínica especializada en Seattle, donde le practicarían la operación, pero el estado del niño empeoraba cada vez más y el tiempo se estaba agotando. Los ansiosos padres veían cómo su hijo luchaba por su vida con cada exhalación.

Mientras esperaban a que el corazón llegara a la clínica, Lincoln cayó en un estado crítico. Los médicos trabajaron intensamente para mantenerlo con vida. Mindy, su madre, recuerda: "Le estaban haciendo masajes cardíacos y, según lo que entiendo, no estaban surtiendo efecto. En vista de que el corazón ya estaba en camino, los médicos siguieron adelante y le abrieron el pecho; entonces uno de los cirujanos le masajeó directamente el corazón hasta que llegó el nuevo".


Finalmente, el nuevo órgano llegó a la clínica y los médicos iniciaron el trasplante. El cambio de corazones se llevó a cabo sobre la marcha. Un doctor masajeó el corazón de Lincoln hasta el momento en el que le colocaron el que acababa de llegar. Después de instalar el nuevo corazón, todos esperaron el momento de la verdad. ¿Podría un niño tan pequeño y débil sobrevivir a un procedimiento tan invasivo? Al principio no se veía muy bien, y, durante algunos minutos, Lincoln estuvo oficialmente muerto.

¡Pero después su nuevo corazón empezó a latir! El cuerpo de Lincoln había aceptado el órgano donado y tenía muchas probabilidades de sobrevivir. Todos soltaron un suspiro de alivio. Obviamente, los padres de Lincoln estaban desbordados de alegría. 

Un trasplante de corazón de último minuto le había salvado la vida a Lincoln. El donante permaneció anónimo, pero los padres de Lincoln han expresado su gratitud y esperan que el mensaje llegue de alguna manera a las personas correctas.  

En algún lugar, hay personas que perdieron un hijo pequeño y que decidieron que su muerte le diera una nueva esperanza a otro niño. Lincoln recibió este corazón, y él y su familia estarán eternamente agradecidos. Su altruismo y generosidad le han dado a la familia de Seay el regalo más valioso del mundo: ¡la vida!

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