Bloguera escribe artículo desde el punto de vista de un bebé enojado

Muchos padres jóvenes se hacen esta pregunta: ¿Cuál es la mejor forma de enseñar a tu hijo a dormir solo? Un método muy común es dejar poco a poco de llevarte a tu bebé a la cama contigo.

Pero una madre de Estados Unidos piensa que esto es una mala idea y escribió este artículo en un blog desde la perspectiva de un bebé enojado y confuso:

"Querida mamá:

Estoy confundido.

Estoy acostumbrado a quedarme dormido en tus suaves y cálidos brazos. Cada noche me acurruco cerca de ti, tan cerca que te escucho los latidos del corazón y huelo tu dulce aroma. Me quedo mirando tu cara bonita mientras me quedo dormido tranquilamente, sintiéndome seguro en tu abrazo amoroso. Cuando me despiertan los ruidos de mi barriguita, mis pies fríos o porque me hace falta que me acurruques, tú me atiendes rápido y enseguida estoy tranquilo durmiendo de nuevo.

mom and newborn

Pero esta última semana ha sido diferente.

Esto es lo que ha pasado cada noche esta semana: me tapas en mi cuna, me das un beso de buenas noches, apagas la luz y te vas. Al principio estaba confundido, preguntándome dónde te habías ido. Enseguida me asusté y te llamé. Te llamé una y otra vez, mami, ¡pero no venías! Mamá, estaba tan triste... Quería estar contigo; nunca he tenido sentimientos así de fuertes. ¿Adónde has ido?

Crying

¡Pero al final volviste! ¡Qué feliz y aliviado estaba de que hubieses vuelto! ¡Pensaba que te habías ido para siempre! Estiré los brazos, pero tú no me agarraste. Ni siquiera me mirabas a los ojos. Me acostaste de nuevo con tus brazos suaves, dijiste “shh, es hora de dormir” y te volviste a ir.

Esto volvió a pasar, una y otra vez. Yo gritaba tu nombre y al pasar un tiempo, cada vez más largo, volvías pero sin tomarme en tus brazos.

Cuando ya llevaba un rato llorando, tenía que parar. Me dolía mucho la garganta. La cabeza me dolía y mi barriguita hacía ruido. Pero lo que más me dolía era el corazón. Simplemente, no podía entender por qué no venías.

#baby crying

Me rendí tras lo que me pareció un número infinito de noches. No vienes cuando grito, y cuando finalmente lo haces, no me miras ni a los ojos, ni sujetas mi pequeño cuerpo tembloroso y lleno de lágrimas. Pero el llanto me dolía demasiado para que continuara así por mucho tiempo.

Me cuesta entenderlo, mamá. Durante el día, si me caigo y me doy en la cabeza, tú me ayudas a levantarme y me das un besito. Si tengo hambre, me das de comer. Si gateo hacia ti para que me abraces, tú me lees la mente y me alzas en brazos, cubres mi carita de besos y me dices lo especial que soy y lo mucho que me quieres. Si te necesito, tú vienes al instante.

3 weeks and a lot of character

Pero por la noche, cuando está oscuro y silencioso y la luz de la mesita de noche proyecta sombras extrañas en la pared, tú desapareces. Ya sé que estás cansada, mamá, pero te quiero mucho y quiero estar cerca tuya. Eso es todo.

Ahora, por la noche, ya estoy en silencio. Pero te sigo echando de menos."

Las palabras de esta blogger han sido compartidas cientos de veces y han generado tensos debates, ya que no todo el mundo está de acuerdo con ella.

¿Y cuál es tu opinión?

Créditos:

Alternative Mama

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