Bebé con diagnóstico muy grave nace completamente sano

A veces nos vemos en situaciones que simplemente son superiores a nuestras fuerzas. Éste es el caso de Nick Schnarr y su mujer Brooklyn, cuando estaban esperando a su tercer hijo. Los médicos les dieron una noticia con la que la mayoría de los padres tienen pesadillas. Nick publicó la situación en Facebook:

"Desde hace 9 meses, mi mujer Brooklyn está embarazada de un niño muy enfermo. Hace 3 ó 4 meses, supimos que el bebé tenía hidrocefalia severa. Antiguamente a la hidrocefalia se le llamaba "agua en el cerebro"... demasiado fluido cerebral. Al final nos remitieron al Cincinnati Children's Hospital, donde varios de los más respetados expertos en medicina fetal de todo el país nos dijeron que la situación del bebé era muy grave.

Ultrasound!

El estado del bebé era "extremadamente grave"; tanto que los especialistas dejaron de medir y controlar los niveles de fluido de su cerebro porque, a esas alturas, ya daba igual. Las resonancias magnéticas eran horribles de ver. Nos dijeron, sin rodeos, que había un 90% de posibilidades de que el bebé muriera poco después de nacer o de que tuviera tales discapacidades cognitivas que sería difícil de imaginar cualquier tipo de calidad de vida. Nos reunimos con cuidados paliativos para discutir acerca de medidas de soporte vital, y tuvimos detalladas, horribles y dramáticas discusiones sobre cuándo dejar de utilizar dichas medidas; lo que llevaría a la "muerte digna" del bebé.

Brooklyn se trasladó a Cincinnati y se instaló en un hotel cerca del hospital por si rompía aguas. Yo iba y venía, mientras intentaba trabajar y cuidar de Sophie y Lily en casa. El 8 de julio Brooklyn rompió aguas. Literalmente 15 minutos antes de comenzar la cesárea, tuvimos otra reunión con los médicos sobre el uso de un tubo respiratorio y en qué momento tendríamos que parar de utilizarlo y dejar que el bebé subiera al cielo. ¿Pero sabes qué?... el bebé llegó al mundo llorando:  el sonido más dulce que he oído nunca.

En pocas palabras, Charlie Edward Schnarr permaneció en cuidados intensivos infantiles hasta ayer; cuando todos volvimos a casa. Parece ser un precioso niño completamente normal, y hace lo que todo niño hace. Tiene una dilatación ventricular leve, pero podemos tratarlo con revisiones periódicas. 

¿Cómo es posible?... Los médicos nos dijeron: "No tenemos ni podemos dar con ninguna explicación médica sobre lo que hemos visto aquí". De alguna manera, su cerebro encontró una forma natural de "limpiar" el bloqueo o re-direccionar el fluido que estaba causando todos los problemas. Durante la última semana, he oído la expresión "intervención divina" y "milagro" más veces de las que puedo contar. Enfermeras con décadas de experiencia y distinguidos médicos a nivel nacional estaban estupefactos, pero llenos de alegría. 

Gracias al "efecto dominó" de amigos, familia, clientes, compañeros de trabajo e incluso desconocidos que han rezado y pedido a los demás que recen por nosotros, creo que habría miles de personas pidiendo por nosotros. Desde lo hondo de mi corazón, gracias, gracias, gracias a todos vosotros por vuestros pensamientos, rezos, ánimos, cartas, postales, emails, y vuestras muestras de amor. Rezar es un arma muy poderosa. Dios existe, y sigue haciendo milagros. "

Esto es sin duda un recordatorio para no perder nunca la esperanza; después de todo, siguen existiendo los finales felices. ¡Queremos desearle al pequeño Charlie y a toda su familia todo lo mejor para los próximos meses! 

Créditos:

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