Una ballena bebé regresa a casa después de la ayuda de 300 personas

El 24 de agosto, cientos de turistas y voluntarios se pusieron muy contentos en una playa de Río de Janeiro, Brasil, ya que la criatura marina que habían tratado de salvar podía, por fin, regresar a casa. A muchas personas se les saltaron las lágrimas al presenciar este sobrecogedor acontecimiento.

El animal rescatado era un cría de ballena jorobada. El ejemplar de nueve toneladas, y más o menos 10 metros de largo, se quedó varado por más de 24 horas. 

Muchos residentes del lugar avisaron a las autoridades un día antes del rescate; se quedaron sumamente asombrados al ver a una ballena gimiendo en la playa y comenzaron a excavar a su alrededor. Voluntarios, expertos en vida marina e incluso turistas se unieron al rescate. Mientras los voluntarios seguían cavando incesantemente en la arena, otras personas recogían agua y la vertían sobre el cuerpo de la ballena para prevenir una deshidratación. 

Más de 300 rescatadores se reunieron en la playa para ayudar al bebé de ballena atrapado. Era imposible empujar o tirar de la exhausta ballena hacia el mar, ya que existía el riesgo de lesionar los órganos internos debido a una intensa presión sobre el cuerpo. Su única posibilidad de sobrevivir consistía en que regresara al mar por voluntad propia. 

Pero gracias a los incansables esfuerzos de los voluntarios, la ballena empezó a moverse lentamente hacia atrás. Después de muchas horas, usó sus últimas fuerzas para regresar al mar. 

Algunas personas alcanzaron a ver a la ballena levantando una de sus aletas mientras nadaba a lo lejos y lo tomaron como una señal de agradecimiento hacia sus rescatadores.

El número de ballenas varadas que mueren en las playas es mucho mayor de lo que creemos. Estos animales perecen debido a la deshidratación y a la presión de su propio peso. En cambio, gracias al trabajo de los buenos samaritanos, ¡este bebé de ballena tuvo otra oportunidad de vivir! Ojalá que la cría logre reunirse con su familia.