Madre de niño con atrofia muscular comparte una hermosa experiencia

Katie Myers y su marido viven en West Palm Beach, Estados Unidos. La pareja está exultante de felicidad porque saben que van a tener un hijo: un niño. El embarazo se desarrolla sin complicaciones y el pequeño Kaden llena a sus padres de amor y felicidad.  

Pero unos meses después del nacimiento de Kaden, la madre empieza a preocuparse.

Se percata de que el niño, que ahora tiene 1 año y medio, no se desarrolla con la misma rapidez que los otros niños. Los médicos le dan entonces el terrible diagnóstico: Kaden sufre atrofia muscular espinal del tipo 2 y no podrá llevar una vida normal sin ayuda. Solo podrá sentarse derecho con mucho esfuerzo y nunca podrá ser independiente. No vivirá muchos años.

Katie lucha por su hijo ¡y Kaden también! Cada día se esfuerza el niño en dar un paso nuevo en la vida. Aprende a sentarse, a levantar los brazos, y puede finalmente utilizar una silla de ruedas. Katie no puede estar más orgullosa de su pequeño luchador. A menudo va con él a un Museo de la Ciencia y Acuario para que Kaden pueda ver cosas distintas y porque allí puede ir con su silla por el suelo de cristal. Allí, un día Katie es testigo de un encuentro maravilloso.

Kaden está jugando, dentro de sus posibilidades, con uno de los aparatos del museo, en el que hay que mover bolas de colores sobre una vía de tren. Katie lo observa desde lejos y deja que su hijito disfrute del tiempo a solas. Entonces se acerca un niño mayor que Kaden. Y hace algo que le llega tan hondo al corazón que hace una foto de los dos en ese momento. Entonces publica la foto en el perfil de Facebook de Kaden y agrega:

"Al chico del Museo de Ciencia: no sé quién eres, pero gracias por ser tan increíble. Dejaste a mi hijo jugar contigo y estableciste un vínculo con él. Le ayudaste a recoger las bolas del suelo cuando viste que solo no podía. No le preguntaste ni qué le pasaba ni por qué no podía andar. Simplemente lo entendiste. Kaden se parece mucho a ti. Es muy curioso y listo. Quiere saber cómo funciona todo. Gracias por ayudarle a levantar la palanca cuando te diste cuenta de que no podía hacerlo solo. Quizás nunca lo veas así, pero siendo como eres haces que este mundo sea un lugar mejor".

¡El chico desconocido parece no darse cuenta de la silla de ruedas y de la enfermedad del niño! "Me encantaría decirle a los padres lo increíble y comprensivo que es su hijo, y cómo trata a todos por igual", dice Katie. 

La madre aclara más tarde en una entrevista que no es nada malo hacer preguntas sobre Kaden. Sin embargo, esos momentos en los que despreocupados jugaban sin que nadie preguntara a su hijo qué le pasaba fueron incomparables. Ser tratado como un niño normal significa mucho para el pequeño, ya que cada día es una nueva lucha para él. 

Con esta foto, Katie quiso, por un lado, encontrar a este chico y, por otro, dar a conocer la enfermedad de Kaden para que se puedan llevar a cabo más investigaciones sobre esta.

Créditos:

abcnews

Comentarios

Más de Nolocreo