Madre con cáncer terminal se recupera milagrosamente

Ashley Hallford, de Georgia, EE. UU., siempre quiso tener una familia numerosa, y, al parecer, su sueño empezaba a hacerse realidad. Cuando cursaba la universidad, se reencontró con David, un amigo de la infancia, y ambos sabían que entre ellos había algo más que una amistad. Empezaron a salir y terminaron casándose. Después de concluir sus estudios, los dos encontraron buenos trabajos, compraron una casa y empezaron a planificar su familia.

Al poco tiempo, Ashley se quedó embarazada. Al principio, todo parecía marchar bien. Pero pocas semanas después, notó una inflamación en un costado del cuello. Ashley pensó que se trataba de algo relacionado con los ganglios linfáticos, así que acudió a un otorrinolaringólogo. El médico le recetó algunos medicamentos y, algunos días más tarde, la inflamación se redujo. Sin embargo, poco después, el bulto empezó a crecer de nuevo. Ashley volvió a tomar los medicamentos. Este ciclo continuó hasta la semana 32 del embarazo.

A esas alturas, el nódulo había crecido sin control. Ashley estaba muy angustiada y le pidió a su médico que le hiciera una biopsia. El resultado fue una pesadilla: Ashley tenía cáncer. Pero lo extraño era que nadie podía identificar de qué tipo de cáncer se trataba. Especialistas de todo el país examinaron el tumor y solo estaban de acuerdo en una cosa: era maligno. Concluyeron que tal vez se debía a factores hormonales, pero ninguno de ellos logró determinar con exactitud qué clase de cáncer era.

Aun así, Ashley empezó el tratamiento. Al poco tiempo, en la semana 33 del embarazo, dio a luz a su hijo Harley, el 17 de noviembre de 2007. Por suerte, a pesar de ser prematuro, el pequeño estaba perfectamente sano. 

Youtube/adhallford

Cuatro días después, operaron a Ashley para extirparle el tumor del cuello. Pero después de la cirugía, los análisis revelaron que el cáncer se había extendido al cerebro, al pulmón y al hígado. Ashley presentaba un cáncer en fase 4, lo que en la mayoría de los casos quiere decir que está tan avanzado que no se puede tratar. El tumor del cerebro estaba justo detrás del nervio óptico, razón por la cual no lo podían extirpar con cirugía. Cuando el bulto aumentó de tamaño, Ashley perdió la vista del ojo derecho. 

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Ashley se sometió a la tortura de la quimio y la radioterapia, pero después de un mes, parecía que todo era en vano. Los tumores no hacían más que crecer y, además, ¡se estaban multiplicando! De hecho, eran tantos que los médicos no eran capaces de hacer un conteo total. Lo único que se les ocurrió fue hacer unos ajustes en la quimioterapia de Ashley y esperar a que sucediera un milagro. 

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Ashley y David se prepararon para lo peor. Empezaron a hacer muchas fotos y vídeos para que Harley tuviera, al menos, recuerdos audiovisuales de su madre. En la siguiente revisión, la joven pareja se preparó en la medida de lo posible para recibir más malas noticias, pero se encontraron con una sorpresa. La doctora de Ashley, Debra Miller, no podía ocultar su alegría al informarles que los últimos análisis no mostraban ningún signo de cáncer en el cuerpo de Ashley.

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Ashley estaba tan impresionada con la noticia que no sabía qué decirle a su doctora. "Teóricamente, un cáncer en fase 4 no es curable.... Después de la primera etapa del tratamiento, la enfermedad había invadido sus pulmones; entonces, le repitieron el tratamiento. Después de eso, se había curado completamente... nada menos que un milagro", comentó la Dra. Miller.

Ashley decidió continuar la quimioterapia otros seis meses, solo para tener una mayor seguridad. Cada seis semanas le realizaban un escáner y siempre obtuvo los mismos resultados: no tenía signos de cáncer en el cuerpo. Incluso la inflamación del ojo empezó a disminuir.

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En julio de 2017, Ashley celebró sus nueves años sin cáncer. Los médicos han seguido muy de cerca su caso para asegurarse de que el cáncer no regrese, y hasta ahora, no lo ha hecho. 

Mientras tanto, Ashley y David han seguido cumpliendo su sueño de formar una gran familia y ahora tienen otros dos niños. Están conscientes de que tienen mucho que agradecerle a la vida.

En este vídeo (en inglés) puedes ver toda la historia de la lucha que Ashley libró contra el cáncer:

Harley y sus hermanos son unos niños sanos y felices, que no tienen necesidad de ver aquellas fotos y vídeos para recordar a su madre. Ashley está con ellos y les puede demostrar todo su amor gracias al milagro que salvó su vida.

Créditos:

NewsnerYoutube

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