Se pone como loca al descubrir qué hay detrás de su "jabón especial"

No todo lo que brilla es oro.

Una madre se entera de la peor forma de qué hay detrás del regalo especial que le hicieron sus hijos. Ashford Evans relata esta patética anécdota maternal en la página web For Every Mom:

"Abrí la puerta y me encontré con un silencio ensordecedor. Un celestial, raro y abrumador silencio.

Fue una de esas raras ocasiones en las cuales mi marido y yo navegábamos por rumbos distintos. Era tarde y yo regresaba a casa después de una reunión de negocios, y esa tarde él se había ido a una excursión masculina de pescadores. Habíamos negociado, suplicado y dejado a los niños con diferentes amigos, y la familia se encontraba dispersa por toda la ciudad durante las 6 horas en que ambos estaríamos fuera. Yo llegué a casa después de que mi vuelo se retrasara bastante tiempo, más las dos horas de trayecto desde el aeropuerto. Cuando entré había un dulce dulce dulce silencio en una casa vacía. 

Flickr/drbeachvacation 

En vista de que no había nadie pidiéndome (ni exigiéndome) nada, me tomé mi tiempo para bajar la maleta del coche. La arrastré hasta la habitación y me abrí paso hasta el aseo, ya que había bebido demasiados Big Gulps de camino a casa.

Cuando entré al cuarto de baño, me recibió un dulce aroma a cítrico. Parecía que habían impregnado toda la habitación con este aroma justo antes de mi llegada. Miré alrededor, estaba muy sorprendida de que a mi marido se le hubiera ocurrido limpiar la casa cuando yo no estaba (solo Dios sabe que odio volver a una casa revuelta) y fue entonces cuando lo vi.

Flickr/leplaza-brussels/

Uno de los tazones de cereal de los niños estaba sobre un estante y tenía dentro algo que parecía una barra vieja de jabón. No recordaba haber comprado un jabón con esencia de pomelo, pero seguro que lo había hecho hace años. A los niños les encantaba desenterrar cosas de los cajones y ponerlas a la vista.

Se veía simplemente como un jabón después de muchos años de su primer uso. Ya sabes, cuando está seco y ha perdido la forma. Pero olía delicioso. 

Flickr/paldies 

Lo tomé y me lo llevé a la nariz para aspirar su aroma. El olor del pomelo fresco en una casa perfectamente silenciosa es lo más parecido al cielo.

El asunto era que simplemente no podía recordar cuándo ni dónde había comprado ese delicioso jabón. Durante toda la tarde, regresé varias veces a inhalar la esencia tropical mientras preparaba la cena y me limpiaba la cara. Nunca me tomé la molestia de lavarme las manos después de acariciarlo porque, después de todo, solo era jabón. 

A la mañana siguiente el encanto se había terminado: ya que tenía que recoger a los niños y regresar a mi caótica vida con macarrones y queso, mis horas de silencio con aroma a pomelo quedarían guardadas en mi memoria. Un poco después de regresar a casa, Eeny salió del cuarto de baño de invitados con el jabón muy cerca de los labios mientras inhalaba profundamente y decía: 'Este es mi favorito. Me encanta cómo huele'.

'¡Lo sé!'. Estuve de acuerdo de corazón.'¿Qué ES esto? ¿De dónde sacaron esto, niños?', pregunté. 

'Meeny lo encontró en los servicios de hombres de donde voy a Tae Kwon Do y lo trajo a casa', respondió mi hija alegremente.

Y fue entonces cuando me di cuenta. No se trataba de ningún jabón de 15$ de una perfumería de lujo, el cual había estado acariciando las últimas 12 horas. Era una pastilla para inodoro.

Así, es, respira profundo. Una tableta para el urinario. ¡¡¡UNA TABLETA PARA EL URINARIO!!! Una pastilla para el inodoro de un gimnasio público adonde llevo a mi hijo a Tae Kwon Do tres veces a la semana. Una tableta para urinario en el que han orinado al menos 1000 niños desconocidos y que yo me pasé por las mejillas. 

Cuando me di cuenta, solté un alarido, se la arrebaté de las manos y la lancé al bote de la basura.

'¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOO!!!!!!', gritó al tiempo que se le salieron las lágrimas. '¡¡¡¡¡Es mi FAVORITA!!!!!'.

'¡¡¡¡LÁVATE LAS MANOS, LA CARA, POR DIOS, LÁVATE TODO!!!!', volví a gritar. 

Y todo se cubrió de tinieblas.

Flickr/tuppaware

Llegué a la conclusión de que sólo tenía dos opciones. Cuando hice un recuento en mi memoria de todas las cosas que había tocado (y comido) desde que toqué esa porquería, junto con todas esas cosas que mis hijos habían tocado, todo estaba claro. Me refiero a que el Tae Kwon Do es los miércoles y ¡¡¡ya era sábado!!! Esa COSA había estado en contacto básicamente con todo lo que había en casa.

Nuestras opciones eran muy claras: 1. Quemar toda la casa o 2. Fingir que no había pasado nada, con la ayuda de una botella de vino (o dos). Voy a dejar que ustedes adivinen cuál elegí.

Pero en cualquier caso, siempre hay niños que, al portarse como criaturas repugnantes reptando sobre la faz de la tierra, nos enseñan algo de humildad".

Flickr/basl

Casi todos los padres estarán de acuerdo en que los niños son fantásticos, pero también serán los primeros en admitir que a veces pueden ser unos monstruos. Esta historia es solo un ejemplo del alcance de sus travesuras. ¿Quiénes de nosotros no hemos experimentado algo igual de asqueroso en algún momento de nuestras vidas? Y al final, siempre que lo recordamos nos reímos. Porque algunas veces, simplemente no nos queda otra. 

Créditos:

For Every Mom

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