La comida vegana salva a una joven australiana de la anorexia
La australiana Elle Lietzow perdió años de vida a causa de un desorden alimenticio que casi le provoca la muerte. Elle perdió tanto peso que ya no podía ni caminar. Esta es su increíble historia. Su sufrimiento comenzó hace 15 años. Por aquel entonces aún tenía un peso saludable, muchos amigos y una vida sana y normal.
Elle es nadadora profesional y se siente segura de su cuerpo. Pero cuando deja la natación para centrarse en la escuela, su mundo se vuelve inestable.
Elle piensa que ha de mantener su delgada figura para seguir siendo popular. Y es entonces es cuando empieza a adaptar su dieta para quedarse delgada. Y es que su mayor miedo es...
... que la llamen gorda. En primaria los niños se metían con ella porque aún estaba gordita. Y esta crueldad le provoca pánico a que la llamen gorda.
La chica rápidamente ve progresos. En la primera semana pierde 5 kg. Con una altura de 1.64 cm, la niña pesa solo 45 kg. Pronto pesará 40. Los padres comienzan a preocuparse y la llevan a una terapia hospitalaria.
Para resistirse, Elle empieza a comer compulsivamente. La chica devora tarro tras tarro de matequilla de cacahuete y rodajas de pan enteras. Pronto pesa casi 80 kg. Entonces empieza a odiarse a sí misma y le da asco su cuerpo. Así que decide "perder un poquito de peso". Ahora que está sana de nuevo. Es increíble que la chica de la foto quiera perder 40 kg.
Al principio funciona: consigue un peso saludable, sale con sus amigos de nuevo y empieza a hacer ejercicio. Pero Elle se enamora de la sensación de perder peso. De una forma muy peligrosa.
Cada vez está más delgada, pero la percepción que tiene de sí misma se deforma. Cada vez come menos y hace más ejercicio de forma más obsesiva. A menudo su única comida en todo el día es un plato de verduras, y luego se tortura con continuos ejercicios.
Las costillas empiezan a salírsele, el pelo y las uñas se vuelven frágiles. Elle pesa solo 39 kg pero aún es demasiado para ella.
La chica se mata de hambre hasta que llega a los 36 kg. Su cuerpo ha llegado a su límite, por lo que deja de comer del todo. Está tan desesperada que lo único que toma al día es un vaso de agua. ¡Nada más! Su cuerpo empieza a sufrir las consecuencias: Elle comienza a tener ataques epilépticos y el sistema nervioso está a punto de fallarle. Los dedos de las manos y pies se vuelven negros debido a la mala circulación. Y cuando parece que ya no puede ir a peor, deja incluso de beber agua.
Al fin su cuerpo no lo soporta y la chica sufre un desmayo. La llevan al hospital con un fallo en el hígado. Elle ha de permanecer en Urgencias durante 22 horas hasta que se estabiliza. Ella quiere marcharse inmediatamente, pero los médicos la mantienen allí un mes. Su estado es grave y los médicos insisten en que podía haber muerto. Después de ganar 10 kg, le dan de alta. Pero entonces...
... Elle vuelve a sus viejos hábitos y, con ello, a perder peso. Pero justo antes de sufrir un nuevo desmayo, se da cuenta de que no sobrevivirá si continúa así. ¡Elle quiere vivir! Entonces empieza a informarse sobre hábitos alimenticios y descubre...
...¡la comida vegana! Esto es lo que salva la vida de Elle. La chica empieza a informarse sobre comida saludable y redescubre su hobby como cocinera. Deja de contar calorías de forma obsesiva y empieza a disfrutar de la comida. Como la comida que ahora come es tan saludable y sabrosa, consigue volver a hábitos alimenticios saludables. Elle convence a su familia de que su nueva forma de alimentarse es saludable y finalmente puede disfrutar de la comida.
De forma progresiva y sensata la chica puede por fin comer con normalidad. Poco a poco recupera peso, vuelve a reír y a quedar con amigos. Es como si aquella persona que siempre estuvo allí se ha llevado a la enfermedad que casi acaba con su vida.
Pero lo más importante de todo es que es feliz y por fin puede disfrutar de la vida de nuevo.
De morirse de hambre a disfrutar de la comida; Elle lo ha conseguido. Pero la anorexia es una terrible enfermedad que para muchos nunca se curará. Una de cada diez personas a las que diagnostican la enfermedad morirá. Incluso los hombres la sufren. Sin embargo, historias como la de Elle son una inspiración para otros y les dan la esperanza de poder superar esta mortal enfermedad. Si la valentía y el sufrimiento de esta chica también te han conmovido, por favor, comparte este artículo con todos tus conocidos. ¡Siempre hay esperanza!