La historia real detrás de la película "El exorcismo de Emily Rose"

AVISO: Este artículo contiene imágenes que pueden herir la sensibilidad.

Los fans de las películas de terror recordarán el film "El exorcismo de Emily Rose", que se estrenó en 2005. El largometraje cuenta la historia de una joven que fue supuestamente poseída por demonios. Más allá de ser una típica película de terror, es realmente entretenida, dándote buenos sustos y escalofríos cuando vemos a la mujer retorciéndose y hablando en diferentes lenguas. Pero lo que la mayoría de la gente no sabe es que, de hecho, la película esconde un oscuro secreto...

Muy pocas personas saben que la película está basada en hechos reales. Y lo más terrorífico de todo es que la historia real, en muchos sentidos, es mucho peor que cualquier cosa que un guionista podría imaginar.

La verdadera Emily Rose se llamaba Anna Elisabeth Michel, o "Anneliese", para acortar. Nació en 1952 en Leiblfing, un pequeño pueblo de Bavaria, Alemania. Sus padres, Josef y Anna, eran católicos estrictos y educaron a Anneliese como a una ferviente devota.

Anneliese era una niña muy delicada y se enfermaba con frecuencia. Cuando creció, se convirtió en una formal, tranquila y agradable jovencita que iba a la iglesia varias veces por semana con sus padres y sus tres hermanas pequeñas.

Cuando Anneliese tenía 16 años, le diagnosticaron epilepsia. Poco después, cuando contrajo una neumonía y luego tuberculosis, fue enviada a un sanatorio durante 6 meses. Cuando volvió a casa, tuvo que repetir un curso en la escuela, lo que hizo que perdiera el contacto con sus amigas.

Sus estrictos padres le prohibían salir con chicos e incluso no dejaban que chicas de su misma edad la visitaran. Anneliese no podía ir a bailar o salir con otros adolescentes. La soledad pronto hizo mella en la joven, que empezó a caer en una depresión.

Mientras estudiaba intensamente para sus exámenes finales de la secundaria, empezó a tener alucinaciones auditivas. Anneliese oía golpes que venían de las paredes de su habitación e incluso aseguraba escuchar voces provenientes del infierno que intentaban comunicarse con ella. 

Cuando Anneliese se mudó a Würzburg para comenzar la universidad, fue al centro médico del campus para buscar ayuda con su depresión crónica. Un reconocimiento médico reveló una lesión cerebral que probablemente era la responsable de su epilepsia.

Cuando de pronto desarrolló una fuerte aversión a los objetos religiosos, sus padres y otros religiosos estrictos alrededor de ella comenzaron a sospechar que Anneliese estaba poseída por espíritus demoníacos y que no tenía ninguna enfermedad. Estaban tan convencidos de ello que consiguieron persuadir a Anneliese con esta explicación.

En el verano de 1975, se tomó la decisión de someter a Anneliese a un exorcismo. Pero cuando el Padre Ernst Alt comenzó con los rezos, la joven hizo trizas su rosario. En aquel momento, Anneliese estaba tan enferma y débil que tuvo que dejar la universidad y volver a vivir con sus padres. Cuando el Padre Alt sugirió llevarla a una clínica para que recibiera tratamiento, tanto Anneliese como sus padres se negaron.

El Padre Alt continuó afrontando la situación como una posesión infernal y, junto con Arnold Renz, realizó 67 exorcismos a la joven a finales de junio de 1976.

Durante los exorcismos, Anneliese gritaba y chillaba, hablaba en lenguas, ladraba como un perro, se negaba a comer y se bebía su propia orina. Los curas pensaban que había sido poseída por Lucifer, Caín, Judas, Nerón y Hitler, todos a la vez.

En un intento de "limpiarse" a sí misma, Anneliese dejó de comer, se arrodillaba durante horas y se golpeaba la cabeza contra el suelo. La joven se causaba heridas severas y se obligaba a sí misma a hacer cientos de sentadillas a diario. Llegó al punto de asegurar incluso que sentía las heridas de Jesús en sus manos y sus pies. Su familia no tuvo otra alternativa que atarla a la cama.

Finalmente, el 1 de julio de 1976, Anneliese murió trágicamente debido a su desnutrición y agotamiento. En aquel entonces pesaba solo 30 kg, tenía una neumonía severa y su cuerpo estaba cubierto de cortes y contusiones. Solo tenía 24 años. 

Los padres de Anneliese y los curas que realizaron los exorcismos fueron acusados de negligencia criminal y de provocar la muerte. El caso conocido como el "Juicio del Exorcismo de Aschaffenburguer" fue retransmitido alrededor de todo el mundo y se convirtió en un evento histórico. Durante el juicio, los acusados mantuvieron su creencia de que se trataba de una posesión y sostenían que sus creencias religiosas justificaban sus actos.

Pero la corte no estaba de acuerdo. Aunque el juez se negó a aceptar la posesión demoníaca como defensa, los dos clérigos responsables fueron simplemente suspendidos de sus funciones. Los padres de Anneliese tampoco recibieron duras sentencias. Considerando que la pérdida de su hija era dolor suficiente, el juez no los sancionó.

Tras la muerte de Anneliese, la Iglesia Católica corrigió su política respecto a los exorcismos. Una de las nuevas reglas era que el ritual debía ser detenido inmediatamente si la persona que está presuntamente poseída rechazaba recibir tratamiento médico. 

Cuando "El exorcismo de Emily Rose" llegó a los cines en 2005, pidieron a la madre de Anneliese que hiciera algún comentario respecto a lo sucedido en 1976. Ella aseguró no arrepentirse de sus acciones y que Dios le ordenó expulsar a los demonios que habían poseído a su hija.

Desgraciadamente, la ayuda que Anneliese necesitaba llegó demasiado tarde. Ojalá su historia haya servido de lección para las futuras generaciones, para que busquen atención médica cuando comiencen a aparecer síntomas de un trastorno psicológico.

Créditos:

Allnight, UpsoclFacebook

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