Orangután mantenido prisionero es rescatado en Borneo

La isla de Borneo es el hogar de un majestuoso primate: el orangután. Lamentablemente, su población se ha visto mermada por la caza y venta ilegal. Muchos orangutanes son capturados cuando son bebés y vendidos a personas que los quieren como mascotas. Esta es, también, la triste historia de Amy.

Cuando los rescatistas de la organización International Animal Rescue (Rescate animal internacional) descubrieron una jaula tapada con sábanas, no sabían que bajo ella iban a encontrar un terrible caso de abuso animal. Amy, una orangután de aproximadamente siete años de edad, llevaba un largo tiempo encerrada en un espacio tan ínfimo que no le permitía ponerse de pie ni estirar las piernas. Además, estaba encadenada al cuello y en completa oscuridad. 

Sus rodillas y columna vertebral se habían deformado por la posición que había tenido que mantener durante todo el tiempo que permaneció prisionera, mientras que la cadena estaba tan apretada que había causado una profunda herida en su cuello. Afortunadamente, el equipo de la organización descubrió a la pobre Amy luego de que otro grupo denunciara a la persona que la mantenía captiva.

El veterinario que participó del rescate, contó: “Aún tengo la sensación vívida de cuando tomó firmemente mi mano el día que la rescatamos. Al principio nos ignoró, pero yo me acerqué lentamente y le sostuve la mano. Me miró directamente en los ojos y tomó mi mano, como si estuviera pidiendo ayuda. Querida Amy, has sufrido tanto, pero no te preocupes: ahora estamos aquí para ayudarte”. 

Según el “dueño”, Amy solo llevaba un mes dentro de su prisión, pero los rescatistas creen que se trata más bien de años. La prueba irrefutable es la deformación de sus huesos. Por si fuera poco, cuando la llevaron al refugio, descubrieron un perdigón incrustado en su axila. La única explicación posible es que la madre de Amy fuera asesinada mientras intentaba proteger a su pequeña cría, y una de las balas la alcanzara.

Parece ser que no sabe alimentarse por sí misma ni sobrevivir en la naturaleza, lo que significaría que estuvo encerrada desde muy pequeña y sin una madre que le enseñara cómo hacerlo. Solo Amy sabe cuánto tiempo ha tenido que sufrir en mano de los humanos. 

“Este es un serio problema de bienestar animal. Muchos orangutanes en esta área son tratados peor que perros, encadenados durante toda su vida y viviendo en condiciones deplorables. Se puede ver la tristeza en los ojos de Amy. Si no la hubiésemos rescatado, habría sufrido toda su vida encadenada hasta el día que muriera”, comenta Karmele L Sanchez, directora de la organización de rescate animal en Indonesia. 

La recuperación de Amy será lenta y los rescatistas no están seguros de que pueda volver alguna vez a los bosques en donde nació. Pero las esperanzas están puestas en su mejoría, a pesar de la horrible vida que ha tenido que sufrir desde que fue capturada por cazadores ilegales.

 

Lamentablemente, esta es una historia que se repite sin tregua en toda la isla de Borneo. Solo queda esperar que se haga justicia y que los culpables paguen por sus crímenes, pero también que la población tome conciencia y deje de adquirir mascotas exóticas. El tráfico de animales, así como la caza y venta ilegal, existen únicamente por culpa de aquellas personas dispuestas a pagar un alto precio para tener a estos pobres animalitos como sus mascotas. Los alejan de su ambiente natural, son mal alimentados, maltratados y mal cuidados por la ambición de la gente de entretenerse a costa de inocentes criaturas. 

Recuerda, si ves a alguien con un animal exótico como mascota, denúncialo. Es labor de todos proteger las especies de nuestro planeta Tierra. Por ahora, le damos las gracias al equipo de rescate y esperamos que puedan seguir cumpliendo sin problemas su noble labor. ¡Fuerza, Amy! 

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