Niña muda habla por 1º vez y le dice "Te quiero" a su burro de terapia

Tracy y Julian Austwick, de Inglaterra, esperaban felices la llegada de sus gemelas. Sin embargo, mucho antes de lo planeado, Tracy comenzó a tener contracciones. Las pequeñas nacieron con solo 26 semanas de gestación, lo que tuvo graves consecuencias para una de ellas. 

Al nacer, la pequeña Amber no podía respirar, así que los doctores tuvieron que practicarle una traqueotomía de emergencia. Para ello fue necesario hacerle un agujero en el cuello que permitiera la circulación de aire hacia sus pulmones. Esto le salvó la vida, pero también le dejó una terrible secuela que entristecería a cualquier padre: quedó completamente muda.

Además de no poder hablar, Amber tampoco puede generar musculatura correctamente y tiene problemas de coordinación, debido a una parálisis cerebral. Como consecuencia, demoró mucho más en aprender a gatear en relación al resto de los niños y apenas si podía arrastrarse. Para Tracy y Julian era devastador verla así. 

Fue entonces cuando un amigo les señaló una posibilidad que jamás se les había ocurrido. ¿Qué tal si intentaban la terapia con animales? Tras investigar un poco, descubrieron la existencia del Santuario para burros en Birmingham, Inglaterra. Esperanzados, decidieron llevarla allí. 

En el Santuario les presentaron a Shocks, un burrito que había sido maltratado en una granja de Irlanda. Cuando lo encontraron hacía unos años tenía una cuerda atada a su cuello que le había provocado horribles heridas y llagas. Como si esto no fuera suficiente sufrimiento, su macabro dueño le había echado lejía a las heridas. La vida de Shocks había sido difícil y miserable antes de ser rescatado por los trabajadores del santuario.

Pero ahora, 3 años después de su rescate, Shocks demostraba ser lo suficientemente calmado y paciente con las personas como para empezar a trabajar con niños con necesidades especiales. Aquel día en que Amber llegó, ya estaba listo para conocer a su nueva amiga humana. 

Y entonces, sucedió el milagro. Apenas se vieron, Shocks y Amber tuvieron una conexión instantánea. El burro bajó su cabecita y Amber, mucho más pequeña que el animal, lo rodeó con sus brazos. Poco a poco, le enseñaron a montarlo. Estar juntos les daba confianza; ninguno esperaba nada a cambio del otro más que amor y comprensión. Amber se sentía tan motivada, que pudo fortalecer los músculos de sus piernas rápidamente y lograr algo que hasta entonces había sido imposible: caminar por sí sola. Sus padres estaban maravillados y agradecidos.

Cuando Amber cumplió 3 años los médicos les anunciaron que ya era posible hacerle una cirugía para implantarle un aparato que le permitiera hablar. Sin embargo, les advirtieron también que no todos los pacientes aprenden a utilizarlo y podría ser que Amber jamás lo lograra. Todo era absolutamente incierto, pero valía la pena darle una oportunidad.

Después de la operación pasaron bastantes días y Amber continuaba muda. No había nada que la hiciera hablar y parecía no ser capaz de controlar el dispositivo. Su madre, Tracy, estaba desesperada. Pero entonces tuvo una idea: ¿qué tal si intentaban usarlo mientras estaba cerca de Shocks? Si el burrito la había ayudado a caminar, no era descabellado pensar que también podría hacerla hablar, ¿cierto?

Y fue exactamente lo que hicieron: llevaron a Amber a una terapia con Shocks, pero esta vez con su nuevo dispositivo instalado. El tiempo transcurrió con naturalidad: ella lo acarició, lo montó y también jugó. Al final de la jornada se despidió de él y, al hacerlo, le dijo: "Te quiero, Shocky".

Tracy y Julian no pudieron más que estallar en lágrimas de felicidad. ¡Su pequeña estaba hablando! Por primera vez podían oír su hermosa voz y en el ambiente no había más que emoción. 

Después de eso, Amber logró aprender a utilizar el artefacto a la perfección. Su mejoría ha sorprendido tanto a los médicos como a sus padres, a pesar de que su salud es aún muy delicada y requiere bastantes más cuidados que cualquier otro niño. Pero para estos padres no hay mucho más que pedir ya, ¡y todo gracias a Shocks! 

Definitivamente hay misterios del mundo que aún no podemos descifrar, como el lazo que puede unir a un animal con un humano y la increíble eficacia de las terapias con animales. Julian, el padre, opina que esta historia es particularmente especial, ya que dos seres con pasado tortuoso se encontraron para ayudarse el uno al otro. “Yo diría que se sanaron entre ellos”, opina él, ¡y a nosotros nos parece lo mismo! Conmovedor, ¿no es así? 

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