¡Qué fuerte! Deja su trabajo para amamantar a su novio cada dos horas

Besos tiernos, caricias suaves y abrazos apasionados son algunas manifestaciones de amor que más abundan entre los amantes. Pero Jennifer Mulford y su novio, Brad Leeson, tienen una forma diferente de expresar su amor. Su relación tiene una característica muy peculiar: ¡Jennifer amamanta a Brad cada dos horas como parte de su ritual amoroso!

"Es una conexión natural entre un hombre y una mujer... no hay nada más relajante que tenerlo succionando mi pecho, nada mejor", explica Jennifer. Cuando por fin encontró a alguien interesado en este tipo de actividad, supo que había encontrado a la persona con la que quería pasar el resto de sus días.

Jennifer buscó por mucho tiempo a la persona correcta. Hizo todo lo posible por encontrar a un hombre que quisiera ser amamantado, así es que se puso muy contenta cuando conoció a Brad. Para él, los beneficios son dobles: por un lado, disfruta de este acto íntimo con su novia; por otro lado, obtiene las proteínas extras que necesita para desarrollar sus músculos, ya que es fisicoculturista.

YouTube/Hollywood Scanner

Jennifer fue madre hace 20 años y, desde entonces, no se volvió a quedar embarazada, así que sus pechos no podían producir leche en sus circunstancias actuales. Pero si los pezones de una mujer se estimulan con frecuencia, puede ser que empiece a producir leche aunque nunca haya estado embarazada. A esto se le conoce como lactancia inducida.

Pero para que la leche fluya constantemente hay que mantener la estimulación, por lo tanto, Jennifer y Brad tienen que tener contacto íntimo cada dos o tres horas. Jennifer atendía la barra de un bar y no podía llevar a cabo su lactancia, pero se le ocurrió una solución muy simple: ¡dejar su trabajo! Ahora está disponible todo el día para darle el pecho a Brad cada dos horas. Sigue sirviendo bebidas, pero solo a un cliente exclusivo...

 

Es muy probable que la mayoría de las personas no entiendan este ritual entre Jennifer y Brad, incluso les puede dar un poco de... asco. Pero finalmente, es su relación y lo que hagan juntos a puerta cerrada es su problema. Y tal parece que ambos están felices con el trato que han hecho y no quieren cambiarlo por ningún motivo.

 ¡Y como se dice por ahí: cada quien a lo suyo!

Créditos:

YouTube, cronica

Comentarios

Más de Nolocreo