Niño cae en una piscina y se ahoga, pero sobrevive gracias a su perro

Alexander Kenny tiene 2 años y es de Coffs Harbour, Australia. Este niño tiene un ángel de la guarda muy particular: ¡que tiene cuatro patas!

La familia completa está pasando el día en casa de unos amigos de la familia. De pronto, Alexander cae al agua sin que nadie se percate. El niño pierde la consciencia y empieza a hundirse rápidamente. Pero entonces, su querida perrita staffordshire bull terrier, Leala, salta al agua e intenta rescatarlo. Al no lograrlo, corre hacia la casa y se pone a ladrar como una loca para llamar la atención de David, el padre de Alexander. 

Facebook/Lisa Brockbank

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La perrita dirige al padre hacia la piscina, en donde ve a su hijo flotando sin vida sobre el agua. Durante 27 minutos intenta revivirlo, hasta que los paramédicos llegan en helicóptero y se llevan al pequeño al hospital más cercano, en Brisbane. Allí, Alexander entra en un coma inducido. "Los médicos nos dijeron que quizás no podríamos llevarnos a nuestro hijo a casa nunca. Y, aunque así fuera, podría sufrir daños cerebrales", recuerda su madre, Linda Brockbank. "Esto es lo peor que puede pasarle a un padre". 

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Pero solo 48 horas después, el pequeño luchador dejó a todos atónitos. ¡Alexander comenzó a respirar por sí solo y despertó del coma inducido! Los médicos no podían creer lo rápido que el niño se había recuperado. "Es un auténtico milagro que se despertara solo tan rápido y que no sufriera daños permanentes", relata su madre. Alexander tuvo la suerte de que su padre lo salvara, todo gracias a la rápida actuación de su perrita Leala. 

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El niño de 2 años ya está de vuelta en casa con su familia y se recupera maravillosamente. Sin embargo, quien está más feliz es Leala, quien ya puede jugar con su mejor amigo de nuevo. "Si no fuera por Leala, ya no tendríamos a nuestro pequeño", asegura la madre de Alexander. 

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¡Leala es una auténtica heroína de cuatro patas! Gracias a los rápidos instintos de esta bull terrier, este precioso niño se salvó de lo peor. Si la historia de Alexander y Leala también te ha llegado al corazón, ¡compártela con tus amigos! Nuestros mejores amigos caninos han de recibir su recompensa.

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