Una abuelita da una importante lección a su nieta con 3 ingredientes
Hay momentos en la vida en las que parece que no hay solución a nuestros problemas y nos encontramos en un punto muerto. Sin embargo, esta abuela muestra a su nieta, con solo 3 ingredientes de su cocina, cómo podemos enfrentarnos a los problemas y obstáculos de nuestras vidas. ¿Cómo es posible? ¡Espera a leer hasta el final!
Una chica joven visita a su abuela y le cuenta que está triste y estresada. Nada le sale como le gustaría; cuando parece que ha superado un problema, aparece otro. La chica le cuenta a su abuela que no puede más y no sabe cómo continuar.
Sin decir una palabra, la anciana se dirige a la cocina y llena 3 ollas de agua. Las pone en el fuego y en el momento en el que hierven, echa dos zanahorias en una, un par de huevos en otra y unos granos de café en la tercera.
20 minutos después, la mujer apaga el fuego y echa el contenido de cada olla en un bol. Entonces le pregunta a su nieta qué ve. Esta le responde sorprendida: "zanahorias, huevos y café". Entonces su abuela le pide que toque las zanahorias, que pele los huevos y pruebe un sorbo del café. La joven lo hace y, a continuación, pregunta aún sorprendida: "¿y todo esto para qué?".
Entonces su abuela le explica: estas 3 cosas tuvieron que enfrentarse a la misma adversidad (agua hirviendo) pero cada una de ellas reaccionó de manera diferente. "La zanahoria entró en el agua dura, fuerte e implacable. Pero cuando salió, se había vuelto blanda y se había debilitado. El huevo era frágil y solo contaba con una fina cáscara para protegerse. Sin embargo, tras pasar por el agua, su interior se había endurecido. Sin embargo, los granos de café eran distintos a todos. Al ser sometidos al agua caliente, se convirtieron en algo diferente".
"¿Y cuál de ellos eres tú, abuela? ¿El huevo, la zanahoria o el café?", le pregunta su nieta. "Piénsalo: ¿qué soy? ¿la zanahoria, que parece fuerte, pero cuando atraviesa dificultades, se rinde y debilita? ¿O acaso el huevo, con un interior débil, pero que tras una separación, una dificultad económica o una muerte se endurece y vuelve rígido? ¿Desde el exterior parezco la misma pero mi corazón se ha endurecido y vuelto amargo? ¿O soy como los granos de café, que dejan liberar su aroma cuando entran en contacto con el agua caliente? Si eres como los granos de café y estás en la peor de las situaciones, mejoras y cambias lo que te rodea".
¡Sabias palabras de esta abuela! Esta pregunta no solo nos la hemos de hacer cuando nos enfrentemos a una dificultad, sino para aprender a cómo superarla en el futuro. No somos siempre zanahorias, huevos o granos de café. A lo mejor en el pasado te has comportado como un huevo, pero en el momento te sientes un poco "zanahoria". Pero todo esto puede cambiar durante tu vida y ¡tú eres el único que puede hacerlo posible! ¿Con cuál de los tres ingredientes te identificas?
Si te ha parecido acertado el símil de esta abuelita, compártelo con tus amigos y descubre si son zanahorias, huevos o granos de café.