Un milagro: paciente de 10 años con cáncer se recupera por sí misma

Abby Furco, de 10 años, ya no recuerda aquel tiempo de su vida en el que fue libre de su devastadora enfermedad. Le diagnosticaron leucemia cuando solo tenía 4 años.  

De acuerdo con los doctores, la gravedad de su padecimiento dejaba poco margen para el optimismo: las probabilidades de sobrevivir eran solo del 20%. Con tan pocas esperanzas, sus padres estaban destrozados.

Durante los siguientes seis años, Abby afrontó valientemente numerosos tratamientos, incluyendo transplantes de médula, quimio y radioterapias.

"La mantuvimos rodeada de amor porque sabíamos que en cualquier momento la podríamos perder", dijo Patty, la madre de Abby. "Hubo momentos en los que creíamos que no se recuperaría, padeció muchas enfermedades que podrían haber acabado con su vida. Todo lo que nos quedaba era verla luchar". 

Youtube/Jarrett Juran

A finales de 2013 parecía haber superado lo peor. Abby fue capaz de regresar a la escuela, jugar al fútbol, unirse a los scout: básicamente, vivir su vida como cualquier otro niño.

No obstante, el cáncer regresó al año siguiente, esta vez, más agresivo que nunca. "La inmovilizó por completo, y cualquier movimiento le provocaba dolor, apenas si podía hablar", dijo Patty.

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A pesar de recibir otro trasplante de médula, su cuerpo rechazó el tejido donado y enfermó aún más. Sus riñones empezaron a fallar. Mientras sus padres se preparaban para lo peor, Abby solo lograba permanecer despierta alrededor de una hora al día. Los médicos les dijeron que había llegado el momento de despedirse, así que los padres prepararon a las hermanas de Abby para lo inevitable. Sus abuelos tomaron un avión para darle el último adiós a su nieta. 

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Los padres de Abbey tuvieron que encargarse de la desvastadora tarea de preparar un funeral para su propia hija. Compraron un ataúd y eligieron el tipo de música que se iba a tocar en la ceremonia. 

Desconectaron a la pequeñs de las máquinas de diálisis y se la llevaron a casa. Los médicos calcularon que viviría otras 48 horas sin ayuda externa. 

Entonces, de repente, en lo más profundo de la desesperación, sucedió algo milagroso: Abby abrió los ojos y les dijo estas conmovedoras palabras: "Tengo mucho por vivir todavía".

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Nadie se imaginó lo que pasaría después. La familia de Abby, sus amigos y los médicos presenciaron con alegría e incredulidad cómo recuperaba las fuerzas, empezaba a caminar de nuevo y luchaba por su vida durante los meses siguientes. Los médicos admitieron no tener explicación médica para su recuperación. "Tiene altibajos, pero si continúa por el mismo camino, nos va a dejar en ridículo", dijo el oncólogo de Abby, Dr. Jacob Wessler. "Ha desafiado cualquier pronóstico". 

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El cáncer de Abby se encuentra en remisión. El pronóstico sigue siendo reservado, pero la familia está llena de esperanzas.

"Vimos cómo se estaba muriendo y cómo regresó a la vida", dijo Patty. "Ahora tenemos la mirada puesta en el futuro".

Puedes ver la historia detrás de su increíble recuperación aquí (en inglés): 

¡Una historia absolutamente extraordinaria! Esta pequeña tiene más fortaleza interna y fuerza de voluntad de lo imaginable. ¡Tú puedes, Abby, adelante!

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