Mujer con raro trastorno a la piel se hace modelo

Lo vemos en todos lados: ser bello es tener la piel perfecta, parecer más joven, ser delgado y tener ciertas características corporales específicas. Bajo esta premisa, casi todos los habitantes del mundo somos imperfectos y feos, a excepción de unos cuantos. El problema es mucho peor para aquellos que tienen una evidente discapacidad o problema físico. Sarah Geurts ha vivido ese infierno en piel propia, literalmente. 

A los 10 años, la chica de Golden Valley, Minnesota, fue diagnosticada con un raro síndrome en su piel. Sus padres habían descubierto que algo extraño estaba pasando, y así fue confirmado tras unos cuantos exámenes. Sarah tenía síndrome de Ehlers-Danlos, un problema que se caracteriza, básicamente, por la escasa o nula cantidad de colágeno en la piel. Esto tiene como consecuencia que su tejido sea muy frágil y suave, y que la capa superior de la piel no se pegue a la capa inferior. 

No había cura, y con el tiempo solo iba a empeorar. Efectivamente, su piel empezó a arrugarse cada vez más. Se veía mucho más vieja de lo que realmente era y, durante la escuela, le daba vergüenza mostrar su cuerpo. “En la escuela simplemente intentaba cubrirla, no quería que nadie me hiciera preguntas al respecto, no quería hablar sobre eso”. Por ello no usaba vestidos, camisetas sin mangas o ropa que dejara demasiada piel al descubierto. 

Sin embargo, a la edad de 22 años algo dentro de ella empezó a cambiar. Ya estaba cansada de querer ocultarse y de sentirse avergonzada. Finalmente, ¿quién era quién para decidir qué era lo bello? Descubrió la belleza única que tenía su cuerpo: el cómo las líneas de sus arrugas formaban patrones casi artísticos. Entonces publicó en Instagram fotos suyas en apoyo a una campaña llamada “Ama tus líneas”, destinada a empoderar mujeres que se sienten avergonzadas por tener estrías, cicatrices u otras marcas corporales. 

"Mis imperfecciones me hacen ser quien soy. Nadie más tiene las mismas líneas que yo. Cada marca cuenta una historia y me hacen quien soy hoy. Muestran la dificultad que he tenido que vivir y superar. Las mostraré y usaré con orgullo", escribe en su página de Facebook. 

Al ver la cantidad de comentarios y reacciones positivas, se sintió con la fortaleza suficiente como para empezar a mostrar su cuerpo y su naturaleza única. Así, encontró en el modelaje una forma de aprender a amarse a sí misma, crear conciencia de que la belleza no es solo una y de que debemos amarnos tal cual somos.

“Mis aspiraciones principales para mi vida serían romper con los estándares de la sociedad y la mentalidad que se tiene con respecto a la perfección, y mostrar de verdad que es la imperfección y tu naturaleza única lo que es la belleza real, y eso es lo que necesita ser celebrado”, cuenta la chica de, ahora, 26 años.

No ha sido fácil, pero Sarah ha logrado una vida plena en donde ha recuperado el autoestima y puede valorizarse como la persona que es. El cuerpo no debería ser un motivo de vergüenza. Cada uno nace de la forma única y especial que es y eso es lo que nos hace interesantes. ¡Necesitamos más ejemplos como el de esta valiente chica! 

Si quieres conocer un poco más la historia de Sarah, puedes ver el siguiente video (en inglés): 

Comentarios

Más de Nolocreo