Policía encuentra a niño desaparecido después de 19 años
La vida de cualquier persona puede cambiar en 180º de un momento a otro. Y todo lo que pensabas que era verdadero puede ser ahora falso. Así le pasó a este joven de 24 años de Minnesota, Estados Unidos, un frío día de invierno cuando alguien tocó a su puerta.
Al abrir, vio que unos cuantos oficiales de policía lo miraban fijamente. Entonces procedieron a decirle a lo que venían: que él es un niño que se reportó desaparecido hace 19 años y que, de hecho, su nombre en aquel entonces era otro, Richard Landers Jr.
Volvamos al pasado en el año 1994: Richard Landers Jr. tenía solo 5 años cuando sus padres decidieron divorciarse. Pero el divorcio, como lamentablemente muchos otros, no fue sencillo. Sus padres peleaban constantemente, su madre vivía legalmente en un auto y las autoridades no sabían qué hacer con la custodia.
Entonces fue cuando la vida de Richard cambiaría para siempre. Sus abuelos decidieron que lo más sano era alejarlo de sus padres, así que un día lo tomaron y se lo llevaron en un auto de una ciudad a otra, cambiaron sus nombres (todos, incluso los de ellos mismos) y comenzaron una nueva vida allí, en el mismo lugar en donde ahora le estaban contando esta historia.
¿Puedes imaginar la confusión que sintió el pobre hombre al enterarse de semejante telenovela? Él ya había llevado una vida normal junto a sus abuelos, estaba casado e incluso estaba esperando un hijo. Pero jamás se hubiese imaginado aquella realidad: que había sido secuestrado por sus propios abuelos.
19 largos años habían pasado y la policía había sido capaz de encontrar al chico perdido solo gracias a UN pequeño error. Como ningún crimen es perfecto, los abuelos habían olvidado cambiar el número del seguro de salud de Richard y, tiempo más tarde, los oficiales pudieron descubrir que se trataba de exactamente la misma persona.
Los padres no daban en sí de felicidad cuando supieron que su pequeño hijo desaparecido no solo estaba con vida, sino que vivía en una localidad no tan lejana. Sin embargo, Richard hasta el día de hoy defiende a sus abuelos y la ley no sabe exactamente qué hacer con ellos, ya que no existe ninguna prueba de que hayan abusado de él de ninguna manera…
La cara de su padre lo dice todo: él había dado por muerto a su hijo, pero jamás se hubiese imaginado que había sido secuestrado... ¡por su propia familia!
Este caso abre una cantidad de preguntas sin respuesta que solo podemos imaginar: ¿Hicieron lo correcto los abuelos al alejarlo de una situación violenta? ¿Deberían ser castigados al secuestrarlo y alejarlo de sus padres? A veces parece difícil determinar quién tiene la razón en estos casos.
Lo importante es que el chico está bien y, al parecer, tuvo una vida bastante normal. ¡Qué cosas más extrañas!