Se reencuentra con su madre a la que creyó muerta durante 54 años

¿Te imaginas haberte llevado toda la vida pensando que un familiar lleva años muerto para descubrir de pronto que todo fue una mentira? Es precisamente lo que le sucedió a Ramona Altamirano, de Córdoba, Argentina. Cuando Ramona preguntó a su padre a los 8 años qué había pasado con su mamá, a la que nunca había conocido, su respuesta fue escueta y no daba pie a más preguntas. "Tu mamá está muerta y punto". Cuando tenía 7 meses de edad, su madre "murió" y Ramona se fue a vivir con su abuela. Cuatro años después, esta falleció y Ramona pasó al cuidado de una tía. 

Al hacerse mayor, Ramona empezó a oír otras historias sobre su madre y fue atando cabos. "Lo que se decía era que se había peleado con mi papá y nos había abandonado". Una vez una prima de Ramona dijo haber visto a la mamá de Ramona en la calle, pero su tía cerró el tema bruscamente. Aunque sospechaba que algo pasaba, Ramona decidió seguir con su vida, se casó y tuvo 4 hijos. Pero siempre tuvo la duda de si su madre murió, la había abandonado o le había pasado algo terrible.

A pesar de la reticencia de Ramona, su familia siguió buscando en secreto. Su marido Enrique contrató a un detective privado y su hija Ivana empezó una búsqueda que duraría nada menos que 10 años. Padrones electorales, visitas a señoras que resultaron no ser, un programa de TV de búsqueda de personas desaparecidas, e incluso Facebook; sin embargo, sus intentos fueron en vano. Entonces Ramona dio su brazo a torcer y le dio a su hija lo único que le quedaba de su madre: una partida de nacimiento con su nombre: Blanca Rosa Taborda. No tenía ni número de DNI. 

Pero cuando fue al Registro Civil, a Ivana se le cayó el mundo a los pies, pues cuando vio que la funcionaria volvió con un papel, pensó que era un certificado de defunción. ¡Pero lo que le dio fue una dirección! Por fin, tras 10 años de búsqueda, de esperanza y desilusión, Ivana tenía un sitio donde buscar. Sin dudarlo un segundo, se subió a un taxi y tras contarle al taxista la historia, allí se dirigieron.

"Era una pensión, con un pasillo largo. Lloré desde que la vi venir hasta que llegó al lado mío. Era la cara de mi mamá con un montón de años más. No sabía qué decirle. Así que me presenté, le dije 'yo soy la hija de Ramona Altamirano, ¿sabe quién es? Y ella hizo una pausa, respiró hondo y me contestó: '¿Cómo no voy a saber? Es mi nena'", recuerda Ivana. El taxista, emocionado por la historia y el encuentro, tomó la siguiente foto:

Y esta misma foto fue la que Ivana enseñó a Ramona. A esta se le paró el corazón: ¡su madre estaba viva! Después de 54 años sin verla, sin saber si había muerto o le había pasado algo terrible, por fin podría reencontrarse con ella. Pero la historia de lo que le había pasado a Blanca es realmente tremenda: cuando Ramona tenía 7 meses, su mamá se enfermó de gravedad y la internaron. Al volver a buscar a Ramona, esta ya no vivía con su suegra y su tía la echó con cajas destempladas.

Blanca quedó a la deriva: pasó años viviendo en la calle y tuvo dos hijos más (uno que murió y otro con una grave discapacidad). Cuando Ivana la encontró, vendía estampitas y velas en la puerta de una iglesia. Sin embargo, pese a su precaria situación, siempre buscó a su hija y cuando veía a chicas pasar, pensaba si sería su hija. Pero ahora parecía que la vida le daba una nueva oportunidad: en diciembre de 2015 Ramona viajó con toda su familia a conocer a su madre: ¡lo increíble es que vivía a solo una hora de su casa! 

Cuando Blanca abrazó a su hija por primera vez después de 54 años le dijo: "toda la vida te busqué, toda la vida esperé este momento, lo único que pedía era volver a verte antes de morirme". 

Para estas dos mujeres, con 56 y 86 años, comienza ahora una nueva vida: nuevos recuerdos, nuevas alegrías, y cientos de celebraciones con la familia les esperan. Pese a los años pasados, siempre les quedó la esperanza de volver a reencontrarse y ahora pueden recuperar ese lazo que une a madre e hija y que dura toda la vida. ¡Qué bonito final para esta historia teñida de tanta tragedia y quiebros del destino! Les deseamos que sean muy felices. 

Créditos:

Infobae

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