Increíble lección de un profesor contra el acoso constante a su alumno
Recientemente salió a la luz una noticia sobre un niño de ocho años que sufrió un terrible caso de acoso escolar por llevar una mochila roja con la figura de un poni. Los casos de niños que son víctimas de acoso escolar o bullying son muy comunes, y da la impresión de que las escuelas ignoran este problema, o en verdad no saben cómo manejarlo. Aun así, existen algunos casos muy positivos. La estupenda historia de un profesor que encontró la manera de enseñar a sus alumnos algo importante sobre las relaciones interpersonales ha estado circulando por Internet en los últimos días.
Youtube/ Medienbildungswerk Lübbecke
"Esta mañana decidí hacer una parada en la tienda para comprar dos manzanas. Durante nuestra primera clase (en la que nos sentamos en círculo y practicamos la 'enseñanza en espiral'), les dije a mis alumnos que íbamos a hacer algo nuevo. Les mostré mis dos manzanas y les pedí que hicieran una lista con sus diferencias y semejanzas. Las manzanas eran exactamente del mismo color y tenían la misma forma... una era un poco más grande y brillante, pero esa era, en verdad, la única diferencia.
Después puse en alto la otra manzana, que estaba un poco descolorida y era más pequeña, y exclamé: '¡Qué horror! ¡Esta manzana está asquerosa!', y la tiré al suelo. ¡Los niños me miraron como si estuviera CHIFLADO! Algunos soltaron algunas risas incómodas, pero la mayoría pensó que me había vuelto loco.
Entonces la recogí del suelo y se la ofrecí al estudiante que estaba a mi lado. '¿No es esta manzana estúpida? ¡Deberían insultarla y hacerle esto!'. Nuevamente, la dejé caer enfrente de mí. 'Ahora dásela a la persona que está a tu lado para que pueda decirle cosas horribles también!'
En pocas palabras, los niños asumieron su papel de malos: insultaron y hostigaron a la manzana tirándola frente a ellos. 'Odio tu cáscara'. 'Tienes un color rojo horrible'. 'Tu tallo es demasiado largo'. 'Seguro que estás llena de gusanos' decían. Y así, una y otra vez.
Antes de que la pequeña manzana volviera a mis manos, todos tuvieron la oportunidad de hacerle daño. Realmente empecé a sentir compasión hacia este objeto inanimado... pero seguí adelante... Entonces sostuve las dos manzanas en alto y les pedí a los niños que hicieran la lista con las diferencias y las semejanzas nuevamente... Volvieron a escribir lo mismo... No había mucha diferencia. Incluso después de haber tirado la manzana varias veces, no se podía decir que estuviera dañada.
Youtube/ DIY Inspiration Kids Club
A continuación, tomé una tabla para cortar y un cuchillo, y empecé a partir la manzana brillante. Era perfecta. Todos los niños exclamaron: 'Ooooh, aaaaah...'
Después partí la segunda a la mitad y cuando la abrí, estaba llena de manchas marrones y completamente magullada por dentro debido a los golpes que recibió cuando la tiramos al suelo. Cuando la puse en alto, los niños dudaron: 'Eeeh. ¡No quiero comer ESA manzana! ¡Puaj! Se ve asquerosa...'
En ese momento les miré fijamente y les dije: 'Pero ¡¿acaso no contribuimos todos para que esta manzana tuviera este aspecto?! Nosotros le hicimos esto... ¿por qué no habríamos de comerla?'. Todos pararon de repente y se quedaron en silencio. 'Miren, chicos, esto es lo que les hacemos a otras personas cuando las insultamos o herimos con nuestras palabras. Cuando hablamos de los otros o les decimos feo o gordo, o que no tienen el nivel suficiente para ser nuestros amigos... los estamos tirando al suelo y causando una magulladura más... una herida que no se ve por fuera, pero que es MUY REAL y ¡puede destruirlos por dentro! No desaparece fácilmente; las heridas solo se hacen más grandes y más profundas... ESTO - dije mientras sostenía en alto la manzana magullada, es lo que nos hacemos los unos a los otros. Tenemos que dejar de hacernos daño'.
Nunca antes había visto a mis alumnos captar algo tan rápido. Para ellos fue algo muy real... lloraban y reían, fue muy emotivo y realmente sorprendente. Comentaron todo lo que había pasado, a uno le oí decir 'bueno, estuve sollozando todo el camino al comedor'. Muchos de los estudiantes vinieron a abrazarme más tarde y me dijeron que estaban muy felices de que un profesor 'lo entendiera'".
El acoso escolar o bullying es un fenómeno muy recurrente. Un problema que a menudo pasa desapercibido para padres y profesores. Quizás la lección de este profesor sea el principio de conversaciones más profundas en las escuelas. De cualquier forma, es un mensaje muy importante que hay que compartir.