31 años después: la verdad sobre las terribles secuelas de Chernóbil

Advertencia: este artículo contiene imágenes que podrían perturbar a algunos lectores.

El 26 de abril de 1986, el mundo recibió una terrible noticia: la planta nuclear de Chernóbil, cerca de la ciudad de Pripyat, Ucrania (que en ese entonces era parte de la Unión Soviética), había sufrido un accidente catastrófico. 

Entre los primeros voluntarios que llevaron ayuda y brindaron asistencia a la población afectada se encontraba Adi Roche, de 31 años. En aquel entonces, esta chica trabajaba para la rama irlandesa de Campaign for Nuclear Disarmament (Campaña para el desarme nuclear).

Era increíblemente difícil para los trabajadores humanitarios prestar apoyo en el área. Incluso en medio de la crisis extrema, el régimen soviético sospechaba de los extranjeros y se negaba a compartir con ellos información importante. Solo unos cuantos días después del accidente, el Gobierno declaró que la situación estaba bajo control. El resto del mundo no tenía idea de lo que estaba pasando en realidad.

Cinco años más tarde, cuando el accidente ya se había desvanecido en la memoria colectiva, Adi recibió un fax con un mensaje inesperado. 

Youtube/ChernobylChildren

El documento no solo se había enviado a Campaign, sino a todas las organizaciones humanitarias del mundo. Las primeras líneas se referían a una emergencia: "SOS. ¡Por lo que más quieran, ayúdenos a sacar a nuestros hijos de aquí!" El fax había sido escrito por un grupo de médicos de Ucrania y Bielorusia, quienes estaban tratando desesperadamente de llamar la atención del mundo, ya que miles de niños estaban sufriendo las consecuencias de la contaminación radioactiva. 

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Junto con algunos colegas, Adi partió de inmediato hacia Ucrania y Bielorusia para poner conocer la situación de primera mano. Lo que descubrieron al llegar los impresionó terriblemente.

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Los padres estaban totalmente exhaustos de cuidar día y noche a sus hijos seriamente discapacitados. Muchos de los niños simplemente fueron abandonados en orfanatos del gobierno, con la esperanza de que recibieran una mejor atención en esos lugares. Adi y sus colegas se encontraron con que había más de 300 orfanatos llenos de miles de pequeños llamados "los niños de Chernóbil".

Estos centros gubernamentales carecían de suficiente personal, presupuesto, medicamentos y comida. Y debido a su proximidad con la zona del desastre, seguían expuestos a la radiación. 

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Adi estaba tan conmovida con lo que vio que decidió tomar cartas en el asunto. Instaló una pequeña oficina en su casa y empezó a organizar viajes de "descanso y recuperación" para algunos niños de Chernóbil, con la ayuda de familias irlandesas. Poco después, fundó Chernobyl Children International, una asociación sin fines de lucro para ayudar a más niños afectados. 

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La organización ha crecido enormemente: solo en Irlanda, cuenta con más de 10.000 voluntarios y ha logrado llevar a 22.000 niños al país para recibir tratamiento médico. Chernobyl Children International ha ayudado a más de un millón de niños en los últimos 25 años. 

Otro objetivo de la organización ha sido transformar los viejos orfanatos en Bielorusia en modernos edificios médicos donde los niños puedan ser atendidos como se debe.

En los alrededores de Chernóbil, todavía hay niños que siguen naciendo con defectos genéricos relacionados con la radiación.

El año pasado se conmemoró el 30.º aniversario de la tragedia de Chernóbil, y Adi Roche fue invitada a asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas.

"Chernóbil no forma parte del pasado. Por desgracia Chernóbil durará por siempre", declaró. "Los efectos de este impactante accidente nuclear no pueden eliminarse. Su huella radioactiva siempre estará impresa en nuestro mundo. Actualmente, sigue afectando a millones de personas debido a su legado mortal".

Al final de su discurso, animó a la Asamblea a declarar el 26 de abril como el Día de Chernóbil en las Naciones Unidas.

En este vídeo (en inglés y ruso) puedes ver más acerca del brillante trabajo que realiza Chernobyl Children International:

A través de su trabajo, esta organización envía al mundo un mensaje muy claro: "Todavía hay esperanza. Tú eres la esperanza".

La catástrofe de Chernóbil no debe olvidarse jamás, tanto por las personas que resultaron afectadas como por todos nosotros: ¡necesitamos asegurarnos de que nunca más ocurra un accidente como este!

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