Un culturista muere por beber 2 bebidas energéticas al día

Dean Wharmby, de Manchester, Inglaterra, es padre de familia además de un apasionado deportista. Este culturista le da mucha importancia a su cuerpo, y su masa muscular se ha convertido en su principal inversión, tanto profesional como económica. Dean invierte todo su tiempo en entrenar y llevar una dieta saludable: esta incluye la friolera cifra de 10.000 calorías diarias, con las que busca conseguir tanta masa muscular como sea posible.  

Para conseguir su objetivo, Dean alterna entre comida rápida y una dieta equilibrada que incluye pollo, pescado o huevos, para cubrir sus necesidades de proteínas. Además, este deportista consume bebidas energéticas para estar despierto y concentrado durante su intensivo entrenamiento. Dean bebe dos latas de estas al día durante cada entrenamiento. 

Pero hace cinco años los planes de Dean empiezan a desbaratarse porque enferma. Los médicos le encuentran un tumor, pero Dean se niega a someterse a quimioterapia. En su lugar, busca alternativas naturales y estas parecen dar resultado, porque el tumor disminuye y acaba por desaparecer. 

Dean vuelve a sus antiguos hábitos y sigue haciendo lo mismo que hacía antes de descubrir que tenía el tumor. Pero en esta ocasión las consecuencias son peores: los médicos le comunican que tiene cáncer de hígado. De nuevo, este padre de familia intenta combatir el cáncer con una dieta más estricta y saludable y vuelve a negarse a someterse a quimioterapia. Dean empieza a perder peso a ojos vista. 

Pero ya es demasiado tarde para este hombre de 39 años. En su lucha contra la muerte descubre lo que la ha provocado: las bebidas energéticas. Su altísimo contenido en azúcar estimula el crecimiento de las células cancerígenas, acelerando su crecimiento y multiplicación.

Dean culpa a las bebidas energéticas de su muerte, que se produjo en los brazos de su esposa Charlotte. El padre de la pequeña Scarlett murió antes de tiempo. Por querer llevar su cuerpo más allá de sus límites, este hombre pagó con su vida. Como muchas otras personas, Dean consumía demasiadas bebidas energéticas. Sin embargo, son pocos los que conocen sus riesgos. 

Comparte esta triste y perturbadora historia con todos tus conocidos, para que sepan que estas populares bebidas cuestan más que unos dólares. Hemos de estar especialmente pendientes de la gente joven, que es la que más consume esta clase de bebidas.

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