Patita rescatada ayuda a su dueña a sobrellevar su enfermedad

Cuando Ashley Scott, de Weeksville, Estados Unidos, se dirigió un día a comprar a una tienda de suministros agrícolas no imaginaba que su vida estaba a punto de cambiar. Al llegar allí vio algo que le rompió el corazón.

En la tienda había unos patitos con un día de vida, y Ashley vio horrorizada cómo dos de ellos cojeaban y apenas podían respirar. Los dueños de la tienda tenían pensado deshacerse de ellos, pues no les daban mucho tiempo de vida. En ese momento Ashley tomó una decisión y pese a la reticencia de su marido, decidió rescatar a los dos hermanitos y llevárselos a su casa para cuidar de ellos. 

"Los vi allí sin poder respirar ni mantener la cabeza erguida. Inmediatamente supe que tenía que salvarlos", explicó AshleyLos patitos recibieron los nombres de Peep y Puff, pero desgraciadamente una semana después, tal y como Ashley pensó, el primero no sobrevivió. Solo les quedaba la pequeña Puff.

Gracias a los cuidados de Ashley, Puff empezó a mejorar día a día. La patita estaba tan débil al principio que tenían que alimentarla con una jeringuilla. Pero un día Ashley se dio cuenta de que algo le pasaba a Puff: le costaba nadar y volar. Posiblemente esto se debía a que no había pasado tiempo con otros de su especie de pequeña.

Ashley decidió enseñar a Puff las nociones básicas de supervivencia, tal y como haría su madre. "Tuve que acostumbrarla poco a poco al agua a base de baños y duchas. No se atrevía a meterse en agua profunda hasta que un verano me puse aletas y le enseñé a nadar. Se subió a mi espalda y de pronto se sumergió en el agua y empezó a nadar", relata Ashley.

Puff se convirtió pronto en un miembro muy querido de la familia. Pero 1 año y medio después, sucedió algo increíble. Ashley sufre una rara enfermedad autoinmune que le provoca ataques respiratorios y desde que adoptó a Puff, notó algo extraordinario. Cada vez que Ashley se somete a uno de sus tratamientos, la pata se acurruca junto a ella hasta que el tratamiento ha terminado. Pero lo increíble de todo es que Ashley ha notado que días antes de que se vayan a producir sus ataques, Puff empieza a graznar muy fuerte, más que de costumbre.

"Es como si nos estuviera intentando decir algo. La primera vez que lo hizo, no sabíamos qué le pasaba pero poco tiempo después, me puse muy enferma". Resulta que Puff es capaz de saber, de alguna forma, cuándo tendrá Ashley uno de sus ataques. "Es asombroso, es como si los presintiera". 

De una pata enferma, que apenas podía mantener la cabeza erguida, Puff se ha convertido en una fiel enfermera y acompañante las 24 horas de Ashley, que increíblemente presiente los ataques de la mujer. Ahora es una preciosa patita que juega y disfruta con su nueva familia, a la que siempre estará agradecida. 

Ahora Ashley quiere certificar a Puff como pata de terapia y la preciosa ave ha conquistado ya miles de corazones en su página de Facebook. ¡Qué manera tan bonita de agradecerle a su salvadora lo que hizo por ella! ¡Bravo por esta increíble amistad y esta pata tan cariñosa y buena!

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