Chica embarazada se salva de un cáncer gracias a su hija

A la norteamericana Katie Hanson, de 23 años, su hija le salvó la vida, literalmente. Y lo hizo antes de nacer. Pero cuando poco después los médicos le pidieron que abortara, sabía que ahora era ella la que tenía que salvarle la vida a su hija.

Todo empezó cuando la joven se quedó embarazada y, en un chequeo de embarazo rutinario, los médicos le detectaron cáncer de cuello del útero. Fue entonces cuando los médicos le aconsejaron que abortase para poder someterse al tratamiento, pero ella lo tenía claro: sin su bebé, ella no hubiese descubierto a tiempo su enfermedad, por lo que no podía hacerle algo así a su futura hija.

Tras dar a luz a su "salvadora", a quien puso de nombre Willow, los médicos le quitaron 8 centímetros de su cuello uterino, lo que funcionó para librarse del cáncer que la afligía. Pero pronto la vida le haría otra zancadilla.

Cuando apenas tenía 3 meses, Katie notó que a Willow le costaba respirar y comer, ya que la comida no le llegaba adecuadamente al estómago. Tras extensos tests en los que incluso llegaron a analizar su ADN, descubrieron que tenía algo extremadamente raro: la llamada enfermedad de células de inclusión.

Esta extrañísima enfermedad, de la que solo se conocen 72 casos en el mundo, afecta al corazón, a la digestión, a la respiración y a las articulaciones de Willow. Su extremada delicadeza hace que incluso un resfriado pueda ser letal. Los médicos consideran que no vivirá más de 3 años.

Pero, por ahora, Willow ya tiene 22 meses de edad y, según su madre, es una niña muy feliz. Por eso está decidida a hacer el mayor número de recuerdos posibles con su hija. Por ejemplo, ha conseguido que diga "mamá", a pesar de que los médicos le dijeron que sería muda.

Katie, que cuida a Willow a tiempo completo, dijo: "Willow fue mi gracia salvadora, si no me hubiese quedado embarazada nunca hubiera sabido que estaba desarrollando cáncer cervical. Nuestra principal prioridad es que esté cómoda y sea feliz, y, a pesar de todos los problemas a los que se enfrenta, ella es una niña muy feliz". Y estamos seguro de que, con esa actitud, Katie también es una madre muy feliz. ¡Les deseamos lo mejor a las dos!

Créditos:

dailymail, honey

Comentarios

Más de Nolocreo