Un chico ve a una mendiga pedir agua y la invita a una buena comilona

Jonathon Pengelly, de Cardiff (Inglaterra), estaba en la cola de un McDonald's en la madrugada de un domingo cuando vio una escena que le rompió el corazón.

Delante de él, en la cola, estaba una mujer que claramente vivía en la calle. Cuando le llegó el turno, la buena mujer pidió un simple vaso de agua caliente, pero el empleado del restaurante se lo negó. Atónito, Jonathon decidió hacer algo que nadie esperaba: se acercó a la mujer, y le dijo que pidiera todo lo que ella quisiera, que él lo pagaría. Esperando que la sin techo pidiera un menú grande, se quedó de piedra cuando ella solo pidió una hamburguesa con queso. Conmovido, compró suficiente comida para satisfacer los estómagos de ambos y se sentó con ella a comer.

"No pude dejar que esta señora simplemente se fuera, era tan reconfortante y encantadora. Así que me senté con ella, en el suelo duro y frío, en mitad del invierno ¿y sabes lo que hice? Lloré a mares." cuenta el joven en una publicación de Facebook.

Jonathon se sorprendió mucho al ver lo educada y dulce que era la mendiga, de nombre Polly, y charló con ella y su compañero sobre sus experiencias. Un par de horas después, les invitó a su casa, donde cocinó comida suficiente para las siguientes noches y les ofreció una ducha caliente. Cuando salieron de la casa del joven, con el estómago lleno y aseados, Polly y su compañero iban cargados con mochilas llenas de comida y mantas para sobrellevar el invierno. 

Jonathon compartió su increíble experiencia con todos sus contactos en Facebook. "No soy un santo, pero este pequeño gesto de bondad me costó unos 20 euros. Sé que el 90% de las personas que están leyendo esto ganan diez veces más al día. No cuesta nada ser amable, ¡y espero realmente que la gente comparta esto para concienciar sobre las personas sin hogar en todo Reino Unido!"

Esa noche con Polly marcó profundamente a Jonathon, que aprovecha su publicación para lanzar un importante mensaje: "Si ves a alguien en la calle, no le mires como si no fuera nadie. ¡No sabes por lo que han pasado!"

Es increíble que un pequeño gesto, que no supone ningún esfuerzo, pueda hacer feliz a tanta gente. Las personas sin hogar son como nosotros, y ya sabemos el dicho: "no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti". La próxima vez que veas a un mendigo, acuérdate de esta historia. Cuesta muy poco ser amable, y construyes un mundo mejor.

Comentarios

Más de Nolocreo