Trágica historia de mujer a la que acosan por ser lesbiana

Eva Analía de Jesús, de Bella Vista, Argentina, solo tenía 10 años cuando su padrastro empezó a abusar sistemáticamente de ella; durante 3 años la niña fue víctima de los abusos de la pareja de su madre. Cuando por fin se escapó de su casa y la tortura llegó a su fin, la niña se prometió que nadie le volvería a poner una mano encima, a menos que ella quisiera. Pero desgraciadamente esto no fue así. 

Desde pequeña jugaba al fútbol y por eso la apodaron Higui, como al famoso portero colombiano. Sin terminar la primaria, Higui trabajó en cualquier trabajo donde la aceptaran, desde jardinera a cartonera; todo para llevar poder ganarse el pan de cada día. Pero hace 15 años comenzó su pesadilla personal. 

El día en que todo cambió Higui había salido a comprar una cerveza cerca de casa. De repente, la chica oyó gritos de "tortillera, lesbiana". A continuación, un grupo de hombres se abalanzó sobre ella y aunque pudo escapar, lograron darle tres apuñaladas. Higui fue ingresada en el hospital, pero no quiso dar los nombres de sus agresores. Su condición sexual y el hecho de que siempre tuviera "novias guapas", según lo que se oía, fueron los motivos de la agresión. Después de varios días internada, volvió a casa, donde se encontró con un horrendo espectáculo. 

Su perro estaba atado a la ventana y le habían quemado la caseta. Aunque se mudó de barrio, cada vez que volvía para visitar a la familia, la recibían con piedras y la insultaban. Por ello, Higui siempre volvía con una navaja. Pero el 16 de octubre de 2016 se produjo un asesinato. Higui se dirigía a casa de una amiga cuando se topó con 10 hombres, uno de los cuales era Cristian Rubén Espósito, responsable de varios de los hostigamientos de los que había sido víctima en el pasado. "Te voy a hacer sentir mujer, forra lesbiana", le dijeron para seguidamente tirarla al suelo, desgarrarle el pantalón y romperle el bóxer. La mujer fue consciente en ese instante de lo que iba a suceder: la iban a violar y quién sabe qué más. Con todas sus fuerzas, mientras intentaba que no la violaran, Higui empezó a buscar su navaja. Lo siguiente que recuerda fue una linterna en la cara, su cuerpo dolorido por la paliza y el señor Espósito tirado en el piso con la navaja clavada en la espalda. 

 

Su agresor estaba muerto y ella había sido la causante. Sin embargo, pese a haber sido víctima de un ataque premeditado, los compañeros del hombre fallecido pusieron una denuncia contra Higui. Como resultado, la detuvieron e imputaron por homicidio simple. Higui tenía la cara totalmente desfigurada por los golpes y la ropa destrozada. Sin embargo, nadie le hizo pruebas para determinar signos de abuso, ni se le dio atención médica ni psicológica. El informe de la policía no incluyó el intento de violación ni la ropa rasgada. Higui estaba en prisión preventiva y no se sabía cuándo saldría. 

Sus preferencias sexuales habían llevado a esta humilde y trabajadora mujer a la terrible situación en la que estaba: con 43 años encarcelada tras haber sufrido un ataque del que quizás ella misma no hubiera salido con vida. Pero entonces sucedió algo muy emocionante: diversos sectores feministas empezaron una larga lucha por liberar a Higui de tamaña injusticia, entre ellos la campaña #NiUnaMenos y la página de Facebook Justicia por Eva - Higui. Por fin, tras 9 meses de irregularidades policiales y espera, Higui fue liberada de la cárcel gracias a la presión popular. 

La historia de Higui es trágica e injusta. Su condición sexual la ha hecho blanco de unas personas muy crueles e inhumanas, que se han cebado con ella. Por suerte, existen organizaciones que se han involucrado en su caso y que la han liberado de prisión. Sin embargo, la pesadilla de Higui no ha terminado pues el juicio por homicidio está previsto para 2018. Por ello, no solo la campaña Higui libre pide su absolución de toda culpa, sino que el arquero René Higuita, al que la argentina debe su apodo, hizo un emotivo llamamiento en Twitter y el pasado 3 de junio la campaña NiUnaMenos enarboló pancartas en las que se leía "Libertad para Higui. Atacada por lesbiana, presa por defenderse". Por ahora una parte de su pesadilla ha finalizado, pero le deseamos mucha suerte y fuerza para luchar. ¡Esperamos que dentro de poco puedas vivir tranquila para siempre!

 

Créditos:

Upsocl, BBC, VIX

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