Mujer con psoriasis exhibe su piel para promover la aceptación

La inglesa Giorgia Lanuzza era una feliz adolescente de 13 años que tenía muchos amigos y amaba a su familia. Pero cuando su padre murió de forma trágica en un accidente de coche, el mundo se le vino encima. Giorgia y su padre tenían una relación muy estrecha, y ella no podía creer que él se había ido para siempre.

Youtube/Barcroft TV

Esta pérdida fue un golpe muy duro que Giorgia tuvo que soportar, pero después las cosas empeoraron. Cuando la piel de sus brazos empezó a llenarse de erupciones, no sabía qué hacer. La comezón era terriblemente molesta y su piel comenzó a descamarse.

Al principio, la irritación parecía relativamente inofensiva, pero muy pronto comenzó a extenderse por todo el cuerpo. Una visita al dermatólogo determinó rápidamente que Giorgia padecía un caso anormal de psoriasis severa. Esta dolorora enfermedad de la piel no es contagiosa, pero no es curable y tiende a aparecer durante situaciones estresantes.

La  enfermedad de la piel continuó empeorando hasta cubrir el 97% del cuerpo con sarpullido. La tristeza de haber perdido a su padre y la vergüenza que sentía por su apariencia empeoraron aun más cuando las alteraciones de la piel se volvieron demasiado obvias y sus compañeros de clase le dieron la espalda.

Pasó toda su adolescencia enfrentando el rechazo y las burlas de sus compañeros de clase. A veces, gente desconocida se detenía en la calle y la miraba con asco. Su psoriasis empeoraba a medida que aumentaba el daño emocional.

"My psoriasis consiste en erupciones rojas de gran tamaño; la gente me veía como si yo fuera repugnante y pudieran contagiarse. Me sentía tan acomplejada con esta enfermedad que estaba arruinando mi vida", recuerda Giorgia.

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Pero finalmente, Giorgia se hartó de que la trataran como un ser miserable. Así que prometió dejar de mirar su psoriasis como una maldición y empezarla a aceptar como parte de su persona.

Con su nueva sensación de confianza, Giorgia fue capaz de realizar su sueño de convertirse en fotógrafa. Muy pronto empezó a hacerse fotos de sí misma y a publicarlas en Facebook y otros canales de comunicación. También empezó a trabajar como modelo en un programa médico contra la psoriasis y espera motivar a otras personas a aceptarse a sí mismas y sentirse cómodas en su propia piel, sin importar su apariencia.

"Al fin me estoy dando cuenta de que no debo ver mi psoriasis como una maldición. Sé que mi padre estaría muy orgulloso de mi actitud", dice Giorgia sobre su nueva forma de acercarse a la vida.

"Podemos tener ciertas características que nos diferencian de otras mujeres, pero seguimos siendo hermosas".

¡Y no podía tener más razón!

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