Este preso tiene un doble... ¡Y por eso lo liberan!
Estadísticamente, es muy probable que todos tengamos una persona en algún lugar del mundo que se nos parezca tanto que podría ser nuestro gemelo. Pero que este "gemelo" tenga tu mismo nombre y sea buscado por la ley por un crimen del que te acaban acusando a ti suena a película de Hollywood, ¿no? Pues no, es una historia real.
La historia transcurre en Kansas City, Estados Unidos, en 1999. Un grupo de amigos estaban de fiesta y querían comprar droga. Recogieron en su auto a un hombre al que llamaban Rick que decía que podría ayudarles a conseguir lo que buscaban, pero que antes tendrían que ir a sacar dinero a un cajero automático.
Pararon en el aparcamiento de un supermercado, donde Rick repentinamente salió del auto para intentar robarle el bolso a una mujer. No lo consiguió, pero sí que le robó el celular e hirió a la mujer al dejarla caer al suelo. Volvió a entrar al auto y huyeron, pero varios testigos tomaron la matrícula y llamaron a la policía.
Cuando la policía encontró a los dueños del auto, estos le contaron la verdad: que habían conocido a un hombre llamado Rick que fue quien asaltó a la mujer. La policía buscó a gente de nombre Richard o Rick (que es el diminutivo de Richard) en su base de datos, y los ocupantes del auto identificaron a uno de los hombres que le mostraron.
El nombre de este hombre era Richard Anthony Jones. Coincidía a la perfección con la descripción del asaltante que los testigos dieron: un hombre hispano o afroamericano de piel clara con el pelo con trencitas. Todos los testigos confirmaron que era él, aunque es cierto que él era el único con la piel más clara de todos los sospechosos que les mostraron, por lo que su respuesta pudo ser influenciada por eso.
Richard negaba ser el culpable: él decía que estaba con su novia y su familia en el momento del robo. Tampoco había ADN o huellas que confirmasen su implicación. Pero tenía antecedentes y todos los testigos lo identificaron como el culpable, por lo que lo condenaron a ir a la cárcel por robo con agravante de asalto.
Ya en prisión, él mantenía su inocencia. Pero años más tarde, escuchó rumores sobre un hombre al que se parecía mucho, y que, para más inri, también se llamaba Richard, y vivía en la zona de Kansas donde ocurrió el robo. Richard buscó ayuda en una organización que ayuda a convictos y consiguieron encontrar al hombre del que le habían hablado...
...¡y el parecido era asombroso!
El doble de Richard, al que llamaban por el apelativo de Ricky, negó ser el culpable del robo cuando la policía lo interrogó, y, al no tener más pruebas, lo dejaron en libertad. Pero por otro lado, el juez determinó que era imposible estar seguro al 100 % de que Richard era culpable, así que lo pusieron en libertad. Había pasado 17 años en prisión.
Ahora, agradecido por estar en libertad tras esta rocambolesca historia, quiere estar con su familia (que le ha creado una página de GoFundMe) y recuperar el tiempo perdido. "No creo en la suerte, creo que he sido bendecido", cuenta Richard.
Lo cierto es que, viendo el asombroso parecido entre ambos hombres, es imposible saber si el culpable de aquel crimen es Richard, Ricky o tal vez ninguno de los dos. Sea como fuere, está claro que tener un "gemelo" tan parecido a él cambió la vida de Richard para siempre, ya sea para peor (por haber estado años en la cárcel) como para mejor (por haber sido liberado). ¡Ojo con lo que haga tu doble!