Reforestan un bosque usando cáscaras de naranjas

La deforestación es un problema por el que todos pagamos: impactan negativamente en la fijación de dióxido de carbono y muchas especies animales se han extinguido por esta causa. Para que nosotros no seamos los próximos animales en extinguirnos, hay personas que trabajan duro y tienen ideas tan buenas como la que te presentamos en este artículo.

Hace 16 años, los ecologistas Daniel Janzen y Winnie Hallwachs visitaron Costa Rica y pasaron por una zona especialmente azotada por la deforestación. Daniel y Winnie forman parte de la prestigiosa universidad estadounidense de Princeton, y no dudaron en usar su influencia para hacer algo al respecto.

Pensaron que, tal vez, verter material orgánico pueda ayudar a reforestar la zona. Pero claro, ¿dónde encontrar suficiente para una superficie tan grande? La respuesta que se les ocurrió fue... ¡una fábrica de zumos! Llegaron a un acuerdo con la empresa por el cual, si los ecologistas le donaban un terreno a la empresa, ellos podrían usarla para verter allí las cáscaras de naranja y pulpas de desecho de sus zumos.

Miles de camiones llegaron a la zona para descargar unas 12.000 toneladas métricas de cáscaras y desechos de naranjas. Nadie sabía qué pasaría a continuación: solo les quedaba esperar, durante años y años. Para marcar la localización del lugar pusieron un gran cartel con texto en color amarillo brillante.

Cuando consideraron que ya había pasado tiempo suficiente, volvieron al lugar y empezaron a buscar el cartel, pero no lo encontraban. No tenían ni idea de cómo hallar el lugar donde dejaron las naranjas... ¡hasta que se dieron cuenta de que ya estaban allí!

La vegetación era tan densa que no encontraban el cartel que habían puesto 16 años atrás. El cambio fue radical: "Cuesta trabajo creer que la única diferencia entre las dos zonas era un montón de cáscaras de naranja”, confiesa Daniel.

Fíjate en la foto de arriba, se nota la diferencia, ¿verdad? En las áreas colindantes solo había un tipo de árbol. En la zona de las naranjas había docenas. "Había mejor suelo y más sano, árboles grandes y fuertes, y apareció una nueva especie de comadreja, todo debido a la fruta desechada de hace más de una década", cuenta el ecologista.

Además, este nuevo bosque absorbe carbono de la atmósfera 11 veces más que un bosque normal, lo que ayudará muchísimo con el calentamiento global. Seguro que te estás preguntando, ¿y adónde van normalmente los desechos de fruta? Pues al vertedero, donde no ayudan a nada. ¡Esperemos que, viendo los increíbles resultados de este experimento, eso cambie a partir de ahora!

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